Según informes médicos, la expresidenta interina Jeanine Añez presentó un cuadro de “hipertensión” y “síndrome ansioso depresivo”, por lo cual tuvo que abandonar durante una hora la cárcel en la que está retenida.
Fue trasladada del Centro Penitenciario Femenino de Miraflores al Hospital del Tórax en La Paz para someterse a las pruebas recomendadas por el Instituto de Investigaciones Forenses.
De acuerdo con el director del Régimen Penitenciario de Bolivia, Juan Carlos Limpias, la exmandataria se encuentra “estable” pese al cuadro de “hipertensión” y de “depresión” que tuvo.
Desde abril, su familia y autoridades han informado de los problemas de salud durante su estancia en prisión, por lo que solicitaban análisis complementarios de laboratorio de médicos particulares.
Este panorama se presentó a siete días de que la justicia boliviana ampliara por seis meses más su detención preventiva.
Su defensa ha criticado que regrese a la cárcel cuando aún debería someterse a otros chequeos. Su abogada Norka Cuéllar lamentó dicha situación: “Lo único que le han hecho es una valoración, pero fue derivada para que se le haga una valoración cardiológica, un examen psiquiátrico y un examen de sangre. Solamente la han revisado y después la han devuelto”.
Añez, quien se autodenomina como “presa política” del Gobierno de Evo Morales, lleva prisión preventiva desde el 15 de marzo tras ser acusada de delitos de sedición, terrorismo y conspiración en base a la denuncia de una exdiputada oficialista del Movimiento Al Socialismo (MAS).
A esas denuncias se han sumado otras por actos inconstitucionales durante su mandato. El Gobierno boliviano investiga la recepción de armas, munición de guerra y gases lacrimógenos bajo su gestión, procedentes de Ecuador, y si estos se usaron en los conflictos sociales del 2019.
Con información de Europa Press.