A la lentitud de la vacunación contra la COVID-19 en Venezuela se sumó la escasez de la Sputnik V, la vacuna por la que el régimen acordó con Rusia el envío de 10 millones de unidades y de la que solo se recibieron, de forma pública, 1 430 000.
La vacuna parece ahora un fantasma, mientras un número indeterminado de ciudadanos esperan, sin certezas, la segunda dosis. Un hecho que ya se ha reportado en otros países de la región latinoamericana, como Argentina y Bolivia.
El retraso en Venezuela se registra desde hace semanas y las autoridades del país aún no se han pronunciado, pese a que muchos ciudadanos —la mayoría personas de más de 60 años— debían inyectarse la segunda dosis a los 21 días, pero llevan casi dos meses en espera.
Aunque la situación no se presenta exclusivamente en Venezuela, por un problema en la producción de estas vacunas, los representantes de la salud y de diversos sectores reclaman respuestas a las autoridades, que han sido ampliamente criticadas por el “desorden” en el proceso de vacunación.
Rusia ha dicho que el tiempo de inoculación entre la primera y segunda dosis puede ser de hasta 180 días, pero el silencio y la falta de datos sobre la llegada de un nuevo lote de vacunas mantienen a la población bajo “incertidumbre” y “preocupada”, sostiene en conversación con EFE el director de la ONG Médicos Unidos, Jaime Lorenzo.
El doctor señaló que, “si hubiera un plan de vacunación” ordenado y público en Venezuela, este error de gestión de las dosis recibidas, sin tener garantías para completar la pauta, no se daría.
En Bolivia, la situación es tan dramática que ya se produjeron bloqueos de vías a modo de protesta. “Hay impotencia. Nos sentimos desprotegidos y abandonados porque nos dicen que no existe la segunda dosis”, afirmó una jubilada que manifestaba en la ciudad de Sucre.
A finales de junio de este año, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que “tuvo lugar una demora” e indicó que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por su sigla inglesa), que comercializa la Sputnik V, “está en contacto con sus contrapartes para resolver todos los problemas inevitables”.
“Siempre hemos dicho que nuestra prioridad es cubrir las necesidades de vacunación de los rusos”, apuntó Peskov sin mencionarla directamente. “Como saben, ahora la campaña de vacunación general se ha intensificado considerablemente, va creciendo la conciencia ciudadana y el ritmo de la vacunación aumenta cada vez más”.
No obstante, el vocero del Kremlin sostuvo que completarán lo previsto en la pandemia de coronavirus.
Con información de EFE