El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró este miércoles 12 de mayo que Israel sigue intensificando la fuerza de los ataques de represalia contra las milicias palestinas de Gaza. Esto sucede poco después de una compleja operación israelí de intento de colonización moderna en la que se pretende matar a varios comandantes de la cúpula militar del movimiento islamista Hamas.
“Eliminamos a altos mandos de Hamas y esto es solo el comienzo”, alertó el jefe de Gobierno en funciones, tras un ataque selectivo horas antes del Ejército y servicios de inteligencia para matar a miembros de alto rango del brazo armado del grupo.
“Israel responderá” y “está respondiendo con una fuerza cada vez mayor” para “dar golpes” a las milicias “con los que ni siquiera podrían soñar”, aseguró Netanyahu en el centro médico Wolfson de Holón.
Las milicias palestinas lanzaron contra Israel más de un millar de proyectiles (dos centenares fallidos cayeron en la franja) que también alcanzaron Jerusalén y Tel Aviv, mientras que Israel realizó más de 500 bombardeos de represalia contra objetivos del enclave. Las sirenas antiaéreas no paran de sonar en comunidades israelíes cercanas a Gaza.
Entre los altos cargos de Hamas muertos, el Ejército israelí confirmó uno cercano a Mohamed Deif, comandante de las Brigadas Al Qasam, que este miércoles amenazó con atacar “nuevos objetivos” en Israel a las 6.00 p. m. hora local.
Las Brigadas al Qasam, brazo armado del movimiento islamista Hamas, confirmaron este día la muerte de uno de sus dirigentes, Bassem Issa, comandante en la ciudad de Gaza, víctima de un bombardeo israelí.
El destino de Jerusalén Oriental lleva décadas en el centro del conflicto palestino israelí, disputa que se remonta a los inicios de la creación del estado de Israel. Ambas partes reclaman su derecho sobre ella.
Israel considera a toda la ciudad como su capital, aunque no es reconocida como tal por la mayor parte de la comunidad internacional, y los palestinos reclaman a Jerusalén Este como la futura capital de un futuro Estado independiente.
Desde la primera reasignación de familias palestinas en el territorio, Israel se aseguró con la aprobación de una ley en 1950 que prohibía a los palestinos acceder a sus propiedades. Sin el derecho legal a volver a los hogares de sus abuelos, los palestinos sufren mientras el intento de colonización avanza con total impunidad.
En base a una sentencia de la Corte Suprema de Israel, cuatro familias palestinas han sido obligadas a desalojar los hogares que sus antepasados habitaron durante generaciones en el barrio de Sheikh Jarrah, el último espacio de resistencia Palestina en Jerusalén Este.
Estas viviendas están destinadas a ser ocupadas por israelíes colonos en un contexto de judaización del este de la ciudad ocupada por los israelíes desde su victoria en la guerra de 1967.
Con información de EFE