La proverbial paciencia asiática se impuso nuevamente, y ahora China está más cerca que nunca de El Salvador, en especial ante la creciente tirantez entre Estados Unidos y la administración del presidente Nayib Bukele.
Fiel a la doctrina del Tao, Pekín perseveró en el camino que emprendió el 21 de agosto de 2018, cuando El Salvador rompió sus viejas relaciones con Taiwán para establecerlas con China, algo que no convenció a muchos de entrada.
Sin embargo, a golpe de colaboración, acompañamiento y respeto, el gigante asiático ha logrado posicionarse hasta convertirse, en palabras de la embajadora Ou Jianghong, en un “amigo confiable” de El Salvador.
“Las relaciones bilaterales continúan dando pasos sólidos hacia adelante”, aseguró Ou a Sputnik, en diálogo a propósito de la llegada de sucesivos lotes de la vacuna china CoronaVac para contribuir a la inmunización de los salvadoreños contra la COVID-19.
La diplomática resaltó que los nexos entre China y El Salvador son de Estado a Estado, trascienden lo ideológico y partidario, para enfocarse en sus intereses fundamentales y de largo plazo.
“El establecimiento de relaciones diplomáticas es transparente y natural, sin acuerdos secretos ni negociaciones privadas, resistiendo la prueba de la historia y del pueblo”, agregó Ou al resumir el trayecto recorrido.
En menos de tres años, el presidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) y Bukele realizaron visitas de Estado a China, amén de intercambios de alto nivel y apoyo mutuo, sobre todo tras la irrupción de la pandemia de COVID-19.
Gracias a esa sintonía, China se sumó a proyectos como la construcción del Muelle La Libertad, un nuevo estadio nacional, una planta potabilizadora en el lago Ilopango, entre otras obras que aspiran a ser un monumento a la amistad entre ambos países.
La representante de Pekín en este país precisó que el comercio bilateral rondó los 1.110 millones de dólares, con un incremento del 51,6% en las exportaciones salvadoreñas a China, por un valor de 171,78 millones de dólares.
Por ejemplo, El Salvador exportó el pasado año 182.500 toneladas de azúcar a China, un incremento del 105,7% respecto a 2019, y el café nacional está bien posicionado también en la potencia asiática.
El Instituto Confucio ya enseña el idioma chino en la Universidad de El Salvador (UES), y más de 100 becarios salvadoreños estudian en centros de educación superior de China.
“Tras el brote de la pandemia del COVID-19, China y El Salvador han demostrado sus espíritus de solidaridad y cooperación y las relaciones bilaterales permitieron superar dificultades y abrieron nuevas oportunidades”, agregó Ou.
Prueba de ello es una asistencia humanitaria urgente en efectivo y tres donaciones de suministros médicos a El Salvador, que incluyen gran cantidad de reactivos de prueba, materiales de protección personal, ventiladores y millones de mascarillas.
“China superó la gran demanda interna de la vacunación y ha proporcionado tres lotes de vacunas a El Salvador en menos de un mes”, destacó la embajadora, quien resaltó el agradecimiento de Bukele a su homólogo chino, Xi Jinping.