Durante este miércoles, el plenario del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil confirmó la instalación de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre las acciones y posibles omisiones del Gobierno de Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia de la COVID-19.
El Supremo respaldó la decisión del juez Luís Roberto Barroso con 10 votos a favor y uno en contra. El último martes autorizó al Senado la creación de dicha comisión y citó el agravamiento de la pandemia como uno de los argumentos que justifican su puesta en marcha.
En días pasados, Bolsonaro quiso evitar que se instalase la comisión e intentó que también fuesen investigados los gobernadores y alcaldes, a quienes acusa de desviar fondos públicos.
El mandatario expresó que Brasil se ha convertido en “un barril de pólvora”, por las medidas restrictivas adoptadas por algunos de los gobernadores y alcaldes de los estados para frenar la COVID-19.
“Brasil está al límite. Estoy esperando a que la gente dé una señal porque el hambre, la miseria y el desempleo están ahí. No lo ven quienes no quieren verlo”, enfatizó.
Acto seguido, se preguntó: “¿Qué saldrá de todo esto? ¿Hasta dónde vamos a llegar? Parece que (Brasil) es un barril de pólvora”.
El Gobierno es criticado por varios sectores de la sociedad brasileña y el mundo por su gestión de la crisis sanitaria, con un promedio de más de 3.000 muertes diarias.
Brasil supera los 360.000 fallecidos y registra más de 13,6 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, según las autoridades de salud.