Llegó el día definitivo para Ecuador. La segunda vuelta entre el izquierdista Andrés Arauz, delfín del expresidente Rafael Correa, y el conservador Guillermo Lasso definirán quién asumirá el mando del país en medio de la incertidumbre.
Las encuestas están prohibidas desde hace 10 días, pero las más recientes mostraban un empate técnico. No obstante, expertas consultadas por este diario coincidieron en que los sondeos son proclives a fallar.
“En Ecuador los partidos han usado las encuestas como forma de opinión pública; no me atrevería a dar un resultado”, afirmó Grace Jiménez, máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política.
Lasso perdió el balotaje en 2017 contra el actual jefe del Estado, Lenín Moreno, por un estrecho margen (51,16% contra 48,84% de los votos). En medio de la crisis por la pandemia, el exbanquero ha logrado atraer a ciertos sectores de indecisos.
“Creo que Lasso dio un giro enfocado en los jóvenes, en las mujeres”, declaró Desirée Viteri, candidata a doctora en Derecho y Ciencia Política. “Mientras que los votos de Arauz no lograron crecer, la disyuntiva de mostrarse independiente de Correa le juega en contra, en algunos electores le juega a favor, pero en el voto duro del correísmo le juega en contra”.
A pesar de la antipatía que sobrevuela en Ecuador, Jiménez opinó que el voto nulo no se impondrá. “El panorama se ve muy reñido, se han acortado las distancias entre los dos candidatos (...), pero el voto nulo jamás podrá estar por encima de los votos válidos”.
La gran revelación de la primera vuelta, Yaku Pérez, ha mantenido firme su postura. Piensa que hubo fraude y no apoya a ningún aspirante, por lo cual el 19,30% que obtuvo en urnas está en el aire, con Arauz y Lasso necesitados de obtenerlo.
Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, llamó a sufragar nulo, lo que en teoría beneficia a Arauz —quien ganó en febrero con el 32,72% ante el 19,74% de Lasso—, sin embargo esta decisión puede abrir dos frentes distintos, según la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK, María Paz Jervis.
“Un apoyo frontal desde el inicio habría beneficiado a Lasso, sin duda alguna, pero en el Ecuador tenemos una debilidad profunda de partidos políticos. No habrá fidelidad a la hora de responder, porque no hay disciplina partidista”, afirmó.
La República le preguntó a finales del mes pasado al aspirante de la derecha ecuatoriana sobre la posición de Pérez y respondió que tiene “la mano extendida y los brazos abiertos para dialogar con todos”.
“Es un trabajo territorial que estamos llevando a cabo con mi equipo para captar el voto de aquellos que habiendo votado en primera vuelta por Yaku Pérez hoy ven en nosotros la opción democrática, la opción que plantea temas concretos”, dijo Lasso en aquel entonces.
En ese sentido, Paz Jervis precisó que los votantes de Pérez son variopintos, más allá de la reivindicación de su identidad originaria. “Al interior del movimiento indígena tienen mucha fragmentación y penetración del correísmo”.
En febrero el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que posiblemente sería Pérez quien pasaría a la segunda vuelta; un hecho que fue calificado como un error por varias figuras, incluido Correa.
Para hoy las miradas estarán nuevamente sobre el CNE y ya la misión electoral del Grupo de Puebla comunicó que sigue de cerca la denuncia de posible fraude.
“Es una gran prueba para mirar cómo va a actuar el CNE frente a los resultados de hoy y ojalá no cometa los mismos errores de febrero”, subrayó Jiménez.
Para Viteri, ya “se desgastó la imagen del CNE; hubo mucha pugna entre los organismos electorales. Para el pueblo quedó clarísimo que no podemos fiarnos de nuestras organizaciones”.
El CNE tiene previsto difundir los primeros resultados oficiales a partir de las 7:00 de la noche. No habrá conteo rápido, pero sí encuestas a boca de urna.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, deseó elecciones “libres y justas” en Ecuador, Bolivia y Perú.
“En nombre del pueblo de Estados Unidos, deseo a los ciudadanos de Bolivia, Ecuador y Perú unas elecciones exitosas el 11 de abril, que sean justas, libres, accesibles y pacíficas”, señaló en un comunicado el viernes.
Agregó que el respeto a los resultados, las libertades fundamentales y la rendición de cuentas deben ir de la mano.
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