El jueves 25 de febrero, el laboratorio argentino Richmond firmó un acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) para elaborar la vacuna Sputnik V contra la COVID-19 en Argentina.
“Por intermedio de la presente informamos que en el día de la fecha se suscribió un memorándum de entendimiento entre la Sociedad Gestora del RDIF, quien representa al Instituto Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya, y mi mandante (laboratorio Richmond), a los efectos fomentar la cooperación entre las partes, con la finalidad de obtener en el corto plazo la fabricación de una vacuna contra el virus denominado COVID-19, la cual se produzca en la República Argentina”, se lee en el documento.
Asimismo, el escrito revela que el “desarrollo se realizará en conjunto con el laboratorio indio Hetero Labs Limited”, con el cual la compañía farmacéutica argentina posee una alianza estratégica desde hace más de 25 años”
No obstante, la producción de la Sputnik V en Argentina iniciaría dentro de un año debido a que el laboratorio Richmond construirá una planta exclusiva para la fabricación del fármaco.
“Es un proceso de un año, por lo menos, con lo cual no es para crear expectativas ahora sino el día de mañana no caer de nuevo en esperar a que lleguen vacunas de afuera y tener una producción local”, afirmó Marcelo Figueiras, presidente de la empresa, a una radio local.
El 29 de diciembre de 2020, Argentina se convirtió en la cuarta nación de América Latina en iniciar su campaña de inmunización contra la COVID-19 del personal sanitario y población de riesgo, tras la llegada de las primeras 300.000 dosis de la Sputnik V.
En tanto, el país presidido por Alberto Fernández contabiliza más de 2 millones de contagios desde el inicio de la pandemia de la COVID-19 y cerca de 52.000 decesos a causa de la enfermedad.