Estados Unidos ha impuesto sanciones a Asma al Asad, la esposa de presidente sirio, Bachar al Asad, así como a varios de sus familiares y responsables gubernamentales, además del Banco Central Sirio y a un total de nueve empresas del país árabe.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, expresó que las sanciones contra la primera dama siria se deben a “sus esfuerzos para obstaculizar una solución al conflicto sirio”.
Asma al Asad “ha liderado los esfuerzos en nombre del régimen para consolidar el poder político y económico, incluyendo lo que llama organizaciones caritativas y organizaciones de la sociedad civil”, indicó Pompeo en un comunicado publicado este martes, 22 de diciembre.
Estados Unidos también ha sancionado a varios parientes de la esposa del presidente sirio, como su padre Fauaz Ajrás; su madre Sahar Otri Ajrás; su hermano Firás al Ajrás; y a su tío Iyad al Ajrás. Todos ellos son residentes en Londres y con nacionalidad británica.
Las sanciones se producen en el marco de la Ley César ―el seudónimo del fotógrafo de la policía militar siria que desertó con 55.000 imágenes digitales de 11.000 detenidos muertos―, aprobada en 2019 y que entró en vigor el verano pasado.
Bajo esa ley, el Congreso de EE. UU. autorizó la imposición de sanciones económicas serias para promover la rendición de cuentas por “los actos brutales contra el pueblo sirio por parte del régimen de Al Asad y sus aliados extranjeros”.
Asma al Asad ya había sido sancionado el pasado junio por el Gobierno de EE. UU., al igual que el presidente sirio y su hijo mayor Hafez en virtud de esa norma.
Otras personas del entorno de Al Asad designadas este martes por las autoridades de Estados Unidos son el comandante de la Inteligencia Militar siria, el general Kifah Mulhem, “por su papel como uno de los arquitectos del sufrimiento del pueblo sirio” y por evitar un alto el fuego en el país.
En paralelo, el Departamento del Tesoro impuso sanciones al Banco Central de Siria, así como a una de las asesoras clave de Al Asad, Lina Kinayeh, y a su marido, el parlamentario Mohamed Masuti, y contra nueve negocios vinculados al Gobierno de Damasco.
Como consecuencia de estas sanciones, todas las propiedades y activos en propiedad de esas personas que estén en Estados Unidos o bajo posición o control de estadounidenses serán bloqueados. Además, se prohíbe a los ciudadanos de EE. UU. tener transacciones con los sancionados.
En su nota, Pompeo recordó que el pasado viernes se cumplieron cinco años de la resolución 2254, adoptada unánimemente por el Consejo de Seguridad de la ONU para “establecer el único camino hacia una solución duradera al conflicto sirio”.
“Estados Unidos y la vasta mayoría de la comunidad internacional siguen comprometidos con este plan digno para acabar con el sufrimiento del pueblo sirio”, recordó.
Sin embargo, agregó: “El régimen de Al Asad apoyado por sus patrocinadores y aliados rechaza terminar esta guerra sin fin y brutal contra el pueblo sirio, bloqueando los esfuerzos para una solución política”.