Venise Jean-Baptiste, una enfermera de Miami (Estados Unidos) que trabajaba en primera línea atendiendo a pacientes con coronavirus, interpuso una demanda a una clínica en la que acusa a un médico de infectarla “deliberadamente” con el mal. Según su testimonio, tuvo que ser ingresada de gravedad y quedó al borde de la muerte. Su hijo también resultó contagiado.
La trabajadora de salud explicó a la televisión Local 10 que Joseph Piperato, el doctor con quien trabajaba, la infectó de manera intencional durante un cruce de pasillo en un centro médico de Miami.
“Él dijo: ‘Bueno, si yo lo tengo, ahora tú también lo tienes. Ahora, déjeme en paz’”, comentó Venise Jean-Baptiste y añadió que ella y su hijo comenzaron a mostrar síntomas pocos días después del mencionado incidente.
Tanto la enfermera como el médico Piperato laboraban en la clínica Biscayne Medical, perteneciente a la organización Project Access Foundation.
Foto: Captura Canal 10
La enfermera afirma que su jefe mostraba síntomas de la COVID-19 y que exigió al centro un equipo de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés), además de que le realizaran un test para comprobar si estaba infectado.
También acusa de negligencia a la gerencia del centro médico y afirma que su empleador le negó el acceso al equipo de protección personal que necesitaba para mantenerse a salvo.
“Este es solo un ejemplo de ganancias sobre las personas, de no querer saber si alguien está infectado porque no quiere cerrar la clínica”, indicó su defensa, John Leighton, a Local 10.
Project Access Foundation, una organización sin fines de lucro cuya web indica que tiene “interés en brindar a la comunidad los servicios médicos que necesiten y no estén a su alcance”, emitió un comunicado este viernes 23 de octubre.
Alegó que la clínica en cuestión ha seguido las pautas vigente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
“Los alegatos expuestos en la denuncia son infundados y serán defendidos agresivamente”, explicó un representante, agregando que las medidas preventivas en la clínica incluyeron controles de síntomas y la disponibilidad de PPE.
La enfermera Venise Jean-Baptiste, por su parte, afirmó a los medios que su convalecencia fue aterradora. “Llamé a mi familia y le dije: ‘Esto es lo que quiero que hagas con mi hijo... por si acaso no logro sobrevivir, porque no creo que vaya a lograrlo’”, narró.