Miles de norcoreanos colmaron el último lunes 12 de octubre la plaza Kim Il Sung de Pyongyang en apoyo al Gobierno de Kim Jong-un. Esta vez, la multitud utilizó mascarillas a diferencia del desfile militar que tuvo lugar dos días antes para conmemorar el 75 aniversario del partido gobernante, donde el presidente tampoco se cubrió el rostro.
La movilización se realizó en el comienzo de una campaña de 80 días, que busca impulsar la economía antes de un congreso del partido en el poder que se realizará en enero.
Algunas de las medidas que implica esta campaña -apodadas ‘batallas’- son la extensión de las jornadas laborales y la realización de tareas extras, esfuerzos que son frecuentes en Corea del Norte en el período previo a eventos importantes.
“Sigamos los pasos de nuestro querido líder, el camarada Kim Jong-un”, era uno de los lemas de las tropas, trabajadores y estudiantes agrupados en la plaza con sus mascarillas.
Pyongyang cerró sus fronteras debido al coronavirus que surgió por primera vez en la vecina China. En el desfile, donde Corea del Norte mostró sus últimos misiles, Kim insistió en que no ha habido ningún caso en el país.
El vicepresidente del Comité de Asuntos de Estado, Pak Pong Ju, dijo que los próximos 80 días eran “un período de tiempo muy importante y significativo para nuestro avance revolucionario”, informó el periódico oficial Rodong Sinmun.