Una niña de 3 años sufrió un infarto que causó su muerte poco después ingerir cocaína que, aparentemente, su padre tenía en la casa donde vivían la pequeña y la madre, en Reino Unido, informó este miércoles The Sun.
El caso se registró en abril del año pasado, pero recientemente el juez a cargo dictaminó cómo se produjo la tragedia. Las investigaciones concluyeron en que la droga fue “dejada por descuido”, provocando la muerte de la niña.
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La menor, identificada solo como 'K' por motivos legales, había ingresado al hospital bajo sospecha de sepsis o meningitis. Sin embargo, luego de diversos análisis y los resultados de la autopsia, los especialistas concluyeron que había rastros de cocaína en la sangre de la menor.
Tras conocerse la causa, ambos progenitores de la menor trataron de culpabilizarse entre ellos sobre el hecho. En tanto, los otros cuatro hijos de la pareja fueron puestos a cargo de los servicios sociales.
De acuerdo a lo señalado por el juez Williams, del Tribunal Superior, el padre de la menor había llevado cocaína a la casa de la madre en “conexión con sus actividades relacionadas con las drogas” con el objetivo de procesarla de “alguna manera en una zona a la que tendrían acceso los niños”.
También afirmó que se desconoce el lugar preciso de la casa donde la niña de 3 años pudo encontrar la sustancia, ni tampoco las circunstancias en las que pudo ingerirla.
El magistrado remarcó que “la madre sabía muy bien” de las acciones de su pareja, pero probablemente se “hizo de la vista gorda o se convenció de que se estaban tomando las precauciones suficientes para proteger a los menores”. El proceso aún continúa en investigación.