Luego de seis meses, la primera persona en ser diagnosticada con la COVID-19 en Río de Janeiro, Brasil, decidió dejar el anonimato y se animó a contar su experiencia. Jeniffer Pereira Melgaço enfrentó prejuicios y llegó a ser víctima de ataques en las redes sociales.
La joven de 28 años contrajo la enfermedad durante un viaje con su esposo en la región de Lombardía, en Italia. En internet fue acusada de llevar la enfermedad a Brasil, aunque tuvo un caso leve de coronavirus. Hasta el día de hoy no ha recuperado el sentido del olfato.
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“En el primer mes, todavía me sentía cansada durante el día y, a veces, tenía dolores de cabeza. Hoy, seis meses después del positivo, sigo sufriendo la pérdida total del olfato y el cambio de gusto. Ha sido un período difícil de adaptación y búsqueda de tratamiento, pero sin resultados hasta entonces”, cuenta.
El Ministerio de Salud de Brasil determinó que las personas que presenten síntomas como la pérdida del olfato y el gusto aparecerán en las estadísticas, sin la necesidad de pasar por una prueba COVID-19.
Fabrizio Romano, presidente de la Academia Brasileña de Rinología (ABR), mencionó que se sabe poco sobre las secuelas que deja el coronavirus. Según él, los pacientes suelen recuperar el sentido del olfato en poco tiempo.
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“La mayoría mejora, pero notamos que en menos del 5% de las personas el problema persiste durante meses. El tratamiento se realiza con fisioterapia –generalmente con exposición a olores fuertes- y medicamentos. El paciente debe ser persistente. La fisioterapia debe realizarse durante meses. Es un tratamiento de larga duración. En este caso de la COVID-19, una enfermedad reciente, todavía no sabemos qué pasará”, señala Romano.
Este miércoles nueve de septiembre, Brasil sumó 1 075 muertes por la COVID-19 en las últimas 24 horas. Foto: AFP
La abogada que trabaja en la Municipalidad local recibió innumerables ofensas a través de las redes sociales. Incluso, en uno de los comentarios llegaron a decirle que debió morir. Ella cree que los ataques tienen como causa principal el desconocimiento de la enfermedad por parte de muchos brasileños.
“Los nuevos casos no pasan por la misma exposición que yo, lo cual, sin duda, es positivo. Quizás porque la gente se ha acostumbrado al virus. Sin embargo, es preocupante no atribuir la enfermedad a su debida gravedad y abandonar las medidas básicas para evitar la contaminación”, indica Jeniffer a Diario O Globo.
Jeniffer, después de curarse, recomendó acatar las medidas sanitarias para evitar contraer el virus. “No salgo sin mascarilla, cuido la higiene y evito aglomeraciones. No estamos seguros de la posibilidad de reinfección. Definitivamente, no quiero volver a infectarme. Sé que nadie elige enfermarse, pero si ahora conocemos las medidas a evitar, seguir las recomendaciones es lo mínimo por hacer”, finalizó.
Este miércoles nueve de septiembre, Brasil sumó 1 075 muertes por la COVID-19 en las últimas 24 horas, con lo que el número de fallecidos superó los 128 000, mientras que el de contagios se acerca a los 4,2 millones de casos, sostuvo el Gobierno.