Un horrendo asesinato se llevó a cabo en diciembre del 2017 en la ciudad de Córdoba, Argentina y después de más de dos años se hizo justicia, pues este 30 de julio de 2020 las autoridades dieron su sentencia final sobre el caso. La autora de la masacre fue una mujer de 45 años, que fue condenada a cadena perpetua.
Maricel Paula Angiolini sostenía un romance con un camionero llamado Juan Carlos Romero, de 44 años, quien tenía una pareja estable y vivía en Santa Fe. Sin embargo, la relación se hizo tormentosa hasta el punto de que dopaba al hombre para retenerlo el mayor tiempo posible, según indicaron amigos de la víctima.
La Cámara del Crimen de Segunda Nominación de Río Cuarto estableció cadena perpetua para la mujer por “privación ilegítima de libertad y homicidio calificado por el vínculo”. A fines del 2017, los familiares de Romero denunciaron su desaparición, pese a que este solía ausentarse por varios días de su hogar por su trabajo.
El fiscal a cargo del caso, Daniel Vaudagna, precisó que el móvil del asesinato fue “presuntamente por resentimiento o despecho” y dio a conocer que Angiolini secuestró al hombre de transportes entre 15 a 20 días y que lo había drogado varias veces con recetas falsas de farmacias. El cuerpo del hombre fue encontrado dentro de un pozo de bombeo de agua en la vivienda de la homicida.
Según indicó la pareja del fallecido, su esposo le mandó un mensaje diciéndole que su relación habría terminado: “Mongui', no me molestes más porque yo no tengo nada con vos. A la única que quiero es a ‘Mari”. Pero, ella relata que Romero acostumbraba a enviar audios y si escribía, tenía una ortografía perfecta, hechos vitales para saber que no era él.
Según revelaron algunos testigos, el señor habría decidido terminar con su amorío, pero previo a su muerte lo vieron subiendo a un Volkswagen Surán gris, que era de Angiolini tras bajar del camión de su patrón pese a que aquel les había confesado a sus colegas de trabajo que no iba a volver con ella.