La cuarentena por el coronavirus no fue un impedimento para que una pareja homosexual concretara su sueño de convertirse en padres de un adolescente, a quien adoptaron a través de una videollamada por zoom en Estados Unidos.
Los protagonistas de esta historia son los esposos Chad y Paul Beanblossom, y Michael, un joven de 17 años que hace cinco años quedó huérfano tras la muerte de su mamá. El adolescente había vivido en nueve hogares distintos y en todos se escapaba.
Hasta que llegó a la casa de los Beanblossom en Tennessee, Estados Unidos. La pareja ya tenía 3 hijos e incluso son abuelos. Ellos acogían a niños desamparados que necesitaban un hogar antes de una adopción o regresar al lado de sus padres.
Los esposos contaron al programa Good Morning America de la Cadena ABC, que le habían advertido que Michael había tenido muchos problemas en otros hogares. “En esos cinco años estuvo con nueve familias diferentes”, señalaron.
Sin embargo, los Beanblossom comprendieron que la única forma de curarlo era con amor. “Nosotros no nos encontramos con un chico problemático, sino con alguien que necesitaba sentirse querido. Él simplemente entró a nuestra casa y se apoderó de nuestros corazones. Nos ha enseñado tanto más que nosotros a él. Todo nuestro mundo gira en torno a él”, explicaron.
Chad y Paul Beanblossom, son una pareja homosexual con un gran corazón.
Después de vivir por un año juntos, padres e hijo quisieron convertirse en una familia legal. En plena pandemia por la COVID-19, ellos no quería esperar más para hacer realidad su sueño y la adopción se concretó a través de una videollamada por Zoom.
La adopción se concretó a través de una videollamada por Zoom.
Lo curioso de la adopción online es que no solo participaron el juez, Michael y sus padres, sino que se sumaron alrededor de 80 familias y amigos que quisieron vivir ese tierno momento.
“Una vez que el trámite estuvo terminado, el juez dijo que había sido la adopción online más multitudinaria que había tenido”, confesaron. Chad Beanblossom comentó que Michael está ansioso por comenzar su último año de secundaria ni bien acabe la cuarentena por el coronavirus en Estados Unidos.