Una pequeña de 4 años de Southampton (Inglaterra) salvó la vida de su madre al llamar inmediatamente al número de emergencias cuando esta sufría un severo ataque de asma. Gracias a esta comunicación, los paramédicos pudieron intervenir a tiempo.
El 1 de mayo, Katie Humphries, de 32 años, jugaba en casa con su hija Faye cuando de pronto sufrió un fuerte ataque de asma. Ella intentó aliviarse con varios inhaladores, pero sin éxito. La mujer apenas hablaba debido a su dificultad para respirar y dejó de sentir sus brazos y piernas, según relató el diario Daily Echo de Inglaterra.
Con las fuerzas que todavía le quedaban, la mujer dijo a su pequeña: “Mamá necesita ayuda”. En ese momento, la menor marcó el 999 (número local de emergencias) y pidió una ambulancia para su madre.
“Ella dijo ‘Mamá no puede respirar’, ellos preguntaron cuántos años tenía, pero ella no pudo contestar. Luego le preguntaron cómo era mi nombre y ella respondió ‘Mamá Humphries'”, relató Katie.
Tras la llamada, la menor dijo a su progenitora: “No te preocupes, mamá, la ayuda viene”. Los paramédicos atendieron a Katie, quien sufrió un segundo ataque, pero pudo ser estabilizada en un hospital.
“Ella me preguntó si estaba en problemas por llamar al 999, pues siempre le dije que no marcara ese número en mi teléfono. Le dije que estaba complacida con ella. No creo que estuviese viva si no fuera por Faye. Ella salvó mi vida”, dijo la madre.
Hace unos meses, otra mujer de Inglaterra también fue salvada por su hija de seis años tras sufrir un derrame cerebral en un avión.