Un reporte ha encendido las alarmas entre los apicultores de Estados Unidos. Según el NY Times, se han encontrado avispones mortales de Asia (conocidos como Vespa mandarinia), que miden hasta 2 pulgadas de largo, por primera vez en el país y los investigadores temen que los insectos estén colonizando.
Conocidos como “avispones asesinos”, estos especímenes pueden acabar con las colonias de abejas en cuestión de horas y tienen aguijones lo suficientemente largos y potentes como para perforar los trajes de apicultura, indicó la publicación.
El informe, presentado por Chris Looney, describe los primeros avistamientos de estos avispones asiáticos gigantes en Norteamérica, específicamente en el estado de Washington, el otoño pasado; además, resalta la importancia del esfuerzo conjunto para erradicarlos antes de que eliminen la población de abejas, sin mencionar las presuntas bajas humanas que estas podrían ocasionar.
Con reinas que pueden crecer hasta dos pulgadas de largo, los avispones gigantes asiáticos pueden usar mandíbulas con forma de aletas de tiburón para eliminar una colmena de abejas en cuestión de horas, decapitándolas y volando con los tórax para alimentar a sus crías. Para objetivos más grandes, el potente veneno y el aguijón del avispón, lo suficientemente largos como para perforar un traje de apicultura, crean una combinación insoportable que las víctimas han comparado con el metal caliente que penetra en su piel.
En Japón, los avispones matan hasta 50 personas al año aseguran los especialistas.
Según el NY Times, el avispón tiene un aspecto distintivo, posee una cara ferozmente caricaturesca, con ojos de lágrima como Spiderman, rayas naranjas y negras que se extienden por su cuerpo como un tigre y alas anchas y tenues como una pequeña libélula.
Uno de los testigos del avistamiento de avispones asiáticos es el apicultor Jeff Kornellis, quien asegura que encontró uno muerto. Lo analizó y logró reconocerlo como el temido ejemplar. Tras reportarlo a las autoridades del estado, se enteró que otro criador de abejas había tenido un incidente similar.
Un testimonio recogido por el diario fue el del apicultor y entomólogo Conrad Bérubé, quien fue asignado a exterminar una colonia establecida en la isla de Vancouver, a la cual no se sabe cómo llegaron los avispones.
Vestido con dos pantalones gruesos, traje de apicultor y férulas de kevlar para los tobillos y muñecas, Bérubé irrumpió en la noche, momento en el que el enjambre se reúne para dormir e intentó rociarlas con dióxido de carbono.
Sin embargo, los avispones fueron despertados por la luz de la linterna y atacaron al hombre, picándole en las piernas, a través de los pantalones y el traje. “Fue como tener chinchetas al rojo vivo en mi carne”. Aunque terminó con la colmena, al día siguiente no podía caminar.
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Para Jun-ichi Takahashi, investigador de la Universidad de Kyoto Sangyo en Japón, una serie de picaduras de estos animales podría ser fatal.
Mientras tanto, en Estados Unidos se han colocado trampas para avispas. Además, científicos y expertos elaboraron un mapa que les permitirá rastrearlos y erradicar las colonias.