En Argentina, un preso, que fue brutalmente agredido luego de volver a casa tras beneficiarse con la prisión domiciliaria por el coronavirus, brindó una entrevista y opinó sobre el ataque que recibió por parte de sus vecinos.
El hecho sucedió en la ciudad de Esquel, provincia de Chubut. El reo excarcelado fue identificado como Pablo Sommaruga. “Sé que la gente me acusó de otras cosas, como que era violador o que violé la prisión domiciliaria y no es así. Es más, ya venía saliendo de forma transitoria de la Unidad 14 y no sé qué se filtró que hizo enojar a la gente, pero no cometí ningún delito en este pueblo, vivo acá y estamos radicados hace tiempo y no entiendo esto”, indicó a Red 43.
El hombre señaló solía tener salidas transitorias y por la COVID-19 logró salir del centro penitenciario de donde estaba recluido. Además, afirmó que su pareja tiene un embarazo de riesgo. “Entiendo a la gente que está con una psicosis en la cabeza, pero tampoco se puede hacer justicia por mano propia y lo que quieren, porque no es así”, subrayó.
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Sommaruga también afirmó que espera que “haya una solución”, debido a que estuvo detenido por 18 años. El individuo asegura que cumplió todas las medidas que tenía en prisión por lo que “cumplió” con la sociedad.
Cabe señalar que el agredido fue condenado en el 2004 por integrar un grupo de secuestradores en el 2002, donde le cortó un dedo a la víctima que raptó, identificado como Ariel Strajman, hijo de un joyero, según Infobae.