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Por qué Brasil superó a China en número de muertos por COVID-19 en último reporte

Discrepancias con parte de su equipo de Gobierno, escepticismo ante la enfermedad y promocionar más la salvación económica que la vida de los seres humanos son algunos de los aspectos más puntuales del discurso de Jair Bolsonaro, el presidente del país latinoamericano con la tasa de mortalidad por COVID-19 más elevada.

Brasil registró la cifra más elevada de fallecidos de Latinoamérica durante el último martes. Según el reporte de las autoridades sanitarias del país, 5.017 personas murieron a causa de la COVID-19 y superó las 4.633 reportadas por China.

Hasta este 29 de abril, en Brasil se han contabilizado 73.325 infectados mientras que en el gigante asiático, país donde se originó el virus, 83.940.

El primer caso de COVID-19 del país amazónico se registró el 26 de febrero de este año, mientras que en China comenzó a hablarse de la enfermedad desde diciembre de 2019. En términos de tiempo y de densidad poblacional, en Brasil la letalidad del virus abarcó a más personas y en menos días.

Sin embargo, alrededor del mundo, especialistas desconfían de las cifras presentadas por los representantes del gobierno chino, quienes han informado que han logrado contener al nuevo coronavirus reportando un número bajo de infectados diarios o el no contar con más pacientes COVID-19 en los hospitales de Wuhan.

El país latinoamericano, con más de 210 millones de habitantes, marcó un nuevo récord, pero según expertos el número de contagiados con coronavirus podría ser entre 12 y 15 veces superior debido al gran número de casos no detectados por la poca disponibilidad de test, reseñó el portal El Mostardor.

También están por confirmar la causa de muerte de 1.156 personas, debido a que el Ministerio de Salud brasileño está a la espera de los resultados de los análisis de laboratorio y que además se sospecha que pudieran obedecer a casos de COVID-19.

¿Qué sucede en Brasil?

Ante la llegada de la enfermedad en territorio amazónico, el presidente Jair Bolsonaro ha sido uno de los mandatarios en mostrar una de las posiciones más escépticas ante la enfermedad.

Incluso, al registrarse los primeros casos a finales de febrero, las autoridades no ordenaron medidas severas de confinamiento como si se hizo en Wuhan, ciudad china y epicentro de la enfermedad durante los dos primeros meses del 2020.

El entonces ministro de salud Luiz Henrique Mandetta descartó la posibilidad de que se limite la entrada de extranjeros como una manera de detener la propagación del coronavirus, al considerar que eso “no tenía efectividad”.

No obstante, el funcionario cuando estuvo a cargo de la cartera, se mostró a favor de la medida de aislamiento social entre los brasileños para reducir la velocidad de contagios y no sobrecargar el sistema de salud.

Por su parte, Bolsonaro ha promovido la flexibilización de la cuarentena por considerarlas un remedio “peor que la enfermedad”, debido a sus efectos negativos en la economía.

Ante las discrepancias entre el mandatario brasileño y Mandetta, este fue destituido del cargo. "Ruego a Dios y a Nuestra Señora Aparecida que bendigan mucho a nuestro país”, escribió el exfuncionario tras ser removido de sus funciones.

El presidente brasileño también protagonizó altercados con sus ministros, algunos alcaldes y gobernadores por las políticas aplicadas para contener la enfermedad.

Un Bolsonaro escéptico

Lluvia de críticas ha recibido el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, cada vez que se pronuncia sobre el avance de la enfermedad COVID-19 en el país.

Al ser interrogado sobre el aumento de casos positivos del virus SARS-CoV-2 durante este martes 28, respondió: “Lamento, pero ¿qué quieren que haga?”.

Bolsonaro también dijo lamentar la situación sanitaria del país. Expresó su “solidaridad a las familias que perdieron seres queridos” y consideró que “así es la vida”.

Crisis del coronavirus en Brasil

Sao Paulo, uno de los estados más ricos y poblados del país con 46 millones de habitantes, es el más golpeado por el nuevo coronavirus, con 2.049 muertos (cerca del 40% del total) y 24.041 contagios (más de un tercio del total), seguido de Río de Janeiro, Ceará, Pernambuco y Amazonas.

En la ciudad de Manaos se ha declarado “colapso sanitario y funerario”, ya que los hospitales están totalmente abarrotados de casos positivos a la variante del coronavirus SARS-CoV-2.

En Manaos preparan fosas comunes para enterrar a los muertos a causa de la COVID-19. Foto: Difusión.

Desde hace una semana se ha reportado escasez de ataúdes y los cementerios están al borde de su capacidad. En Amazonas, según el Ministerio de Salud, el número de casos llegó este martes a 4.337, con 351 fallecimientos.