Un niño de tres años de Barcelona (España) fue dado de alta del hospital dos meses después de recibir un trasplante de seis órganos en plena expansión del coronavirus. El pequeño esperó casi tres años por la intervención, tiempo durante el cual permaneció conectado a una máquina alimentadora.
Tras una ecografía de rutina hecha a las veintisiete semanas de gestación, Amparo supo que su bebé tendría gastrosquisis, una anomalía intestinal. El pequeño Víctor tuvo que permanecer conectado a una máquina de nutrición parenteral y alimentarse mediante un catéter por 18 horas diarias, hasta el día en que recibiese el trasplante multivisceral que necesitaba.
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Durante 31 meses, el niño nunca se alimentó por la boca. Tampoco pudo ir a la guardería ni salir de viaje. Sus padres esperaban la donación mientras veían que su hijo se debilitaba. “Sabíamos que, si no llegaba esa llamada, estábamos muy cerca del final”, relataron los progenitores al diario ABC de España.
A fines de febrero, Víctor pudo recibir el trasplante que aguardaba: le cambiaron estómago, hígado, páncreas, intestino delgado, duodeno y un segmento de colon. La recuperación no fue fácil, pues se dio en medio de la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus, ante el cual el pequeño quedaba vulnerable.
El menor pasó un tiempo breve en la Unidad de Cuidados Intensivos y recibió el alta a dos meses de la operación. Los médicos del Hospital La Paz de Madrid lo despidieron con un pequeño homenaje.
Ahora Víctor se encuentra con sus padres y juntos aguardan al final de la pandemia para realizar una serie de planes.
También en España se conoció el caso de una niña de año y medio que recibió un trasplante de corazón en medio de la pandemia del coronavirus.