Cargando...
Mundo

Obligadas a prostituirse y a cumplir cuarentena: la desgracia de las venezolanas en Trinidad y Tobago [VIDEO]

Huyeron de la crisis en Venezuela bajo la promesa de un buen empleo en Trinidad y Tobago, pero terminaron en la prostitución, en medio de la pandemia del coronavirus.

larepublica.pe
Una mujer venezolana llorando al despedir a sus familiares, durante su traslado desde de Colombia a Venezuela. Una posibilidad que no tienen en Trinidad y Tobago. Foto: EFE

La migración venezolana es un fenómeno nuevo que se generó hace algunos años producto de la severa crisis en su país. Millones de personas salieron por carretera a países vecinos, pero también por vías marítimas a otros.

Alrededor de 470 millas separan a Venezuela de Trinidad y Tobago, donde hay actualmente unos 24.000 migrantes y refugiados venezolanos, de acuerdo a una plataforma recientemente lanzada por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello.

En el país caribeño se ha registrado situación de trata, que ha incluido a niños, niñas y adolescentes, retraso procesal en privativas de libertad y explotación sexual.

Sobre este último apartado, La República conversó con Luis Núñez, coordinador general de la ONG venezolana Mi Mapa, que monitorea el estado de los derechos migratorios en países del Caribe.

“Muchas venezolanas son llevadas allá con los gastos pagados y cuando llegan les ofrecen trabajos de mesonera, de anfitriona (...) y al final terminan en el mundo de la prostitución”, relató.

Núñez apuntó que se trata de una “gran mafia” orquestada por “empresarios locales” que tienen contacto con autoridades de migración y de la Policía, para ofrecer trabajos de manera formal o bajo engaño.

“Hay muchachas que trabajan a sabiendas de lo que hacen, pero otras que son engañadas”, reveló. “Se aprovechan de la necesitad que tienen, muchachas con poco estudio, sin experiencia laboral que se prestan para poder sustentarse allá y enviar dinero a Venezuela”.

Este diario trató de contactar al Ministerio de Comunicación de Trinidad y Tobago, pero no recibió respuesta. Tampoco de la embajada venezolana en la nación caribeña.

Tragedia en medio de otra tragedia

Trinidad y Tobago, como gran cantidad de países en el mundo, decretó una cuarentena como medida preventiva contra el nuevo coronavirus. Una acción que complicó aún más el drama.

Como está prohibida toda actividad social, que incluye reuniones en bares, por ejemplo, Núñez precisó que probablemente las migrantes sean forzadas a laborar bajo la clandestinidad.

El 10 de abril pasado fueron detenidas alrededor de 10 venezolanas por ejercer la prostitución y por no respetar la cuarentena. Entre ellas estaba una menor de 17 años.

“Además de llevárselas detenidas por el tema de la prostitución o por no tener papeles, también son acusadas de incumplir los decretos del coronavirus”, añadió Núñez.

Hacinamiento

En los últimos años se han multiplicado las denuncias públicas de actos xenofóbicos y denigrantes contra la migración venezolana en la isla. Una de ellas fue mencionada por Núñez.

“Hay viviendas a las afueras de Puerto España (capital) donde viven hacinados grupos de 10 o 12 muchachas, que son forzadas a prostituirse, las tienen todo el día encerradas y las sacan por las noches a diferentes bares, o les llevan los clientes”, declaró.

El diputado venezolano Carlos Valero, uno de los encargados de la política exterior del Parlamento, alertó el año pasado en varias ocasiones sobre la situación en Trinidad y Tobago.

Una realidad que para Luis Núñez se engloba, en el caso de las migrantes venezolanas, en la “connotación sexual” con la cual las utilizan.