El primer ministro británico, Boris Johnson, ha recibido el alta médica tras ser tratado por COVID-19 en el hospital londinense de St. Thomas, pero continuará convaleciente y “no se reincorporará inmediatamente al trabajo”, ha informado este domingo 12 su portavoz.
La fuente señaló que el líder conservador —que ingresó al centro el pasado 5 de abril, tras ser diagnosticado el 27 de marzo, y pasó tres noches en cuidados intensivos— seguirá su recuperación en la residencia oficial campestre de Chequers, al oeste de Londres.
“Siguiendo las recomendaciones de su equipo médico, el primer ministro no se reincorporará inmediatamente al trabajo”, señala en una nota el portavoz, que subraya que Johnson, de 55 años, agradece al personal sanitario “el magnífico trato” recibido.
“Sus pensamientos están con los afectados por esta enfermedad”, concluye el comunicado. En un mensaje dejado en su cuenta de Twitter, la prometida de Johnson, Carrie Symonds, de 32 años y embarazada del primer hijo de ambos, también da las gracias al servicio nacional de salud (NHS, en inglés) y a las personas que les han expresado apoyo. “Hoy me siento increíblemente afortunada”, tuiteó la joven, que reconoció que “la pasada semana hubo momentos que fueron muy oscuros”.
Al personal del NHS que ha atendido a su futuro esposo, dijo: “Nunca, nunca podré compensaros y nunca dejaré de daros las gracias”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, envió un mensaje en video luego de recibir el alta médica. El material fue difundido a través de su cuenta de Twitter.
“Es difícil encontrar las palabras para expresar mi deuda con el servicio nacional de salud (NHS) por salvarme la vida. Los esfuerzos de millones de personas en todo el país para quedarse en casa valen la pena. Juntos superaremos este desafío, como hemos superado tantos desafíos en el pasado”, dijo Johnson en un mensaje de cinco minutos de duración y que fue difundido este domingo 12 de abril.
Ante la ausencia del líder británico, en Reino Unido aumentan las quejas del personal médico y de enfermería, además de otros sectores como el de atención social, debido a la falta de equipamiento de protección adecuado para atender a los pacientes.
En esta controversia, el Real Colegio de Enfermería (RCN, en inglés) ha emitido nuevas directrices para sus miembros en las que indica que, en ausencia de equipamiento de protección personal, “en última instancia” pueden negarse a atender a los pacientes, reseñó EFE.