El gobierno de Bolivia dispuso el confinamiento total del municipio de Punata, en Cochabamba, debido a que un paciente fallecido por coronavirus COVID-19 fue enterrado sin ninguna medida de seguridad sanitaria.
El hecho ocurrió cuando el cuerpo de un hombre de 68 años fue devuelto a sus familiares sin que las autoridades del hospital recibieran los resultados definitivos de los exámenes de COVID-19. En un inicio, las pruebas rápidas dieron negativo.
El paciente, que había sido atendido por una enfermedad previa, fue enterrado en el cementerio municipal en un velorio al que asistieron medio centenar de personas. La confirmación de coronavirus llegaría días después desde un laboratorio en Santa Cruz.
“Las autoridades nos enteramos después de que el paciente ha sido enterrado y nos enteramos por los medios, cuando el Ministro (de Salud, Aníbal Cruz) lo anunció. Nos parece que primero le pasan el dato al Ministro y después recién a las autoridades municipales y a las autoridades en salud.”, lamentó la alcaldesa de Punata, Clary Mabel Montaño.
En Bolivia, el protocolo sanitario ante casos de coronavirus es terrible: el cadáver de un paciente fallecido por coronavirus debe ser envuelto en bolsas de bioseguridad y enterrado sin la presencia de ningún familiar.
A raíz de ello, se dispuso que la localidad de Punata pase a un estado de total confinamiento con cierre de mercados y centros bancarios hasta que se pueda vislumbrar a cuántas personas se contagió durante el entierro. Se supo además que el paciente tenía problemas para caminar debido a su edad, por lo que al menos el familiar que lo atendía debería estar enfermo.
“A partir de este momento se va a aislar el municipio de Punata. Se cierran los mercados, se cierran las entidades financieras y entramos en una cuarentena estricta, mínimo de 15 días, porque al existir una manera irregular de enterrar a una persona con COVID-19, muchos estamos expuestos a ser contagiados”, enfatizó la alcaldesa.
En tanto, la policía de Bolivia informó que la dependencia de Punata no cuenta con personal suficiente para garantizar el cumplimiento de la cuarentena, debido a que las camionetas para patrullar fueron quemadas en el conflicto por el fraude electoral en Cochabamba. El municipio sólo tiene cinco policías.