El nuevo coronavirus deja más de 37 000 fallecidos y 775 000 casos positivos en todo el planeta, sin contar las millones de personas que se ven afectadas por las duras medidas que los países se han visto obligados a acometer.
La pandemia de la COVID-19 golpea a todos los sectores y a todos los grupos poblacionales, pero especialmente a aquellos vulnerables e invisibilizados, como las prostitutas.
"Estamos hablando de víctimas de trata y explotación sexual, de mujeres en situación de invisibilidad y extrema vulnerabilidad", aseveró en una entrevista con la agencia EFE la presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) en España, Rocío Nieto.
Varios países están seriamente perjudicados por el coronavirus. Infografía: AFP
Según datos del Parlamento Europeo, unos 40 millones de personas en el mundo son víctimas de la prostitución. En Europa Occidental se calcula que son entre uno y dos millones. El 80% son mujeres y niñas, en su mayoría de entre 13 y 25 años.
La Fundación Scelles —observatorio internacional de lucha contra la prostitución— explicó que se trata de un mundial asociado al crimen organizado, en el cual las mujeres quedan gravemente expuestas.
“Además de exponerse diariamente a abusos sexuales, con considerables riesgos psicológicos y físicos, y a menudo con consecuencias irreversibles, las personas prostituidas ahora están expuestas a un virus potencialmente mortal”, advirtieron.
Y muestran su temor ante la posibilidad de que algunas de ellas sean encerradas con su proxeneta "y que las presiones ejercidas por ellos lleguen a su punto máximo".
Alertan también del posible aumento de la prostitución digital que puede generar los estados de alerta y los confinamientos decretados en naciones de todo el mundo.
"Son imágenes en pantallas, pero no son fantasías: las mujeres son realmente explotadas para producir esas imágenes por una industria que obtiene un gran beneficio económico de ellas", alertó la Fundación.
"El encierro generado por la pandemia repercute de forma negativa en su situación, las invisibiliza aún más y dificulta su acceso a cualquier tipo de información", subrayó desde España la presidenta de Apramp.
Hay que tener en cuenta que son mujeres y niñas que habitualmente no tienen ninguna manera de comunicarse con las autoridades. El confinamiento solo agrava esta situación.
Ni siquiera tienen acceso al sistema sanitario dado que la mayoría son inmigrantes en situación irregular, tal y como han denunciado diversas organizaciones en numerosas ocasiones.
Y como la mayoría de los lugares en los que son explotadas han cerrado, se ven obligadas a seguir prostituyéndose en otros alternativos como los polígonos y así poder hacer frente al pago de las habitaciones de los clubes, prostíbulos y pisos donde están confinadas y, en mucho casos, a las necesidades de sus hijos pequeños.
La situación se agrava aún más para las que mantienen deudas con sus explotadores, que crecen a medida que se alarga el confinamiento.
Según han narrado ellas mismas a estas organizaciones, son los encargados de esos lugares lo que les suministran los alimentos y productos básicos.
Las miles de mujeres que sufren este tipo de violencia de género afrontan el confinamiento en una situación absolutamente precaria, sin medidas de protección y una economía tan frágil que, en ocasiones, las obliga a continuar prostituyéndose, según constató Médicos del Mundo y explicó Belén Matesanz, portavoz de esta organización.
Con información de EFE