Con motivo del Día de la Mujer, se han convocado diversas movilizaciones en todo el mundo: plantones, huelgas, marchas y más. Se realizarán para visibilizar la urgencia de políticas de igualdad de género para las mujeres.
Durante estas actividades, habrá un color que inundará calles y plazas: el violeta. Este tono ha sido representativo del movimiento feminista desde hace hace más de 100 años. Descubre por qué.
El violeta ha sido el color del feminismo desde la primera década del siglo pasado. Y aunque actualmente el movimiento ha adoptado otros colores como el verde (de la campaña por el aborto seguro, legal y gratuito), el primero se ha mantenido hasta el día de hoy como símbolo de la lucha por la igualdad.
Fueron las sufragistas inglesas en 1908 las que eligieron el violeta como color representativo. Estas mujeres realizaron diversas movilizaciones e iniciativas para obtener el voto que durante cientos de años les fue negado.
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''El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad [...]'', solía decir la activista inglesa Emmeline Pethick.
Otro origen del violeta o morado como color feminista avanza hasta la década de los 70, en Rusia, con la revolucionaria Aleksandra Kolontái, quien junto a otras socialistas, utilizó esta tonalidad para diferenciarse del tradicional rojo representativo de sus partidos, y así dar a conocer su lucha específica por los derechos de las mujeres.
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Por otro lado, una teoría que une al violeta con el feminismo es la que indica que la elección de este color se debe a motivos estéticos. Según señala esta hipótesis, es el tono que se obtiene tras mezclar el azul y el rosa, colores tradicionalmente atribuidos a los hombres y mujeres, respectivamente.
Finalmente, y quizás una de las explicaciones más extendidas entre el movimiento feminista, es la que dice que el violeta era el color predominante en las camisas que confeccionaban las trabajadoras de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, donde murieron decenas de mujeres protestando por mejores condiciones laborales en 1857, y cuya lucha inspiró la creación del Día Internacional de la Mujer.