Dos aviones de guerra sirios fueron derribados por unidades de Turquía en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, en respuesta al derribo previo de un dron turco en el inicio de la ofensiva de Ankara contra las unidades leales al presidente sirio, Bachar al Asad, informaron fuentes oficiales.
Los pilotos de los aviones pudieron saltar con paracaídas y se encuentran en buen estado, indicó la agencia estatal SANA, sin dar más detalles. El Ministerio de Defensa turco confirmó que los dos aviones sirios Sukhoi Su-24 fueron derribados después de que intentaran atacar a las fuerzas de Ankara, aseguró en su cuenta de Twitter.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG cuya sede se encuentra en Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, indicó que los aviones fueron derribados por misiles aire-aire lanzados por F-16 turcos desde la frontera turco-siria. Los dos aparatos cayeron en las zonas de Maarat al Numan y los montes de Zawya, en el sur de Idlib, afirmó a Efe una fuente militar siria, que pidió el anonimato.
Agregó que “los dos pilotos no han sido capturados” y que esta acción se produjo después de que las fuerzas sirias derribaran previamente un dron turco en la ciudad de Saraqeb, en el este de Idlib.
La fuente afirmó que ahora mismo los frentes de combate en Idlib se encuentran “en llamas”, ya que los choques son cada vez más intensos entre las facciones rebeldes e islamistas, por un lado, y las tropas sirias, por otro.
Este intercambio de fuego se produce cuando Ankara ha anunciado una ofensiva contra el noroeste de Siria, donde apoya a las facciones opositoras alzadas contra Damasco.
Además, coincide con el cierre del espacio aéreo sirio a todo elemento “hostil”, que Siria ha amenazado que será derribado si viola la prohibición de volar sobre el noroeste del país.
Este repunte de la tensión entre ambos países se produce después de que hace tres días Turquía viviera uno de sus peores episodios de su intervención militar en Siria por la muerte de una treintena de soldados turcos, atribuida por Ankara a las fuerzas gubernamentales
Idlib y el oeste de la vecina provincia de Alepo están prácticamente dominados por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda, a la que Damasco y su principal aliado Moscú considera “terrorista”.