La violencia en México se cobra nuevas víctima. Esta vez fueron tres alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y un conductor que brindaba servicio de Uber, quienes fueron baleados en un paraje aislado de Santa Ana Xalmimilulco. El contenido de las cámaras de vigilancia muestra a los jóvenes minutos antes del ataque.
Las cámaras de seguridad del municipio de Huejotzingo muestran a las cuatro víctimas despidiéndose de otras tres personas -familiares del estudiante mexicano Javier Tirado- dos hombres y una mujer que no han sido identificados, informó la Fiscalía General de Puebla. Según datos de la grabación, esto ocurrió a las 22:20 de la noche del lunes 24 de febrero.
En la escena se puede apreciar, al vehículo Chevrolet Beat color plata modelo 2020, con los faroles encendidos, esperando. Mientras los familiares del joven conversan con Ximena, un par de minutos después aparecen José Antonio y Francisco Javier que llevan sus mochilas en la espalda.
Acto seguido los tres jóvenes se despiden de la familia, Francisco Javier se acerca al taxi de Uber y solicita al chófer que abra la cajuela del auto, lo que es correspondido por el hombre que de inmediato baja para abrir el espacio donde los estudiantes llegan a guardar sus mochilas; para después subir e irse.
Las primeras indagaciones señalan que los estudiantes colombianos Ximena Quijano Hernández (25) y José Antonio Parada Cerpa (22); así como del alumno mexicano Francisco Javier Tirado (22), solicitaron el servicio de Uber para trasladarse de Puebla a Huejotzingo, luego de acudir a casa de José para presenciar el carnaval el último sábado por la noche.
Sin embargo, nunca llegaron a su destino y fueron encontrados muertos con signos de tortura el lunes por la mañana, por lo cual detuvieron a tres presuntos responsables.
La entrega de los cadáveres se realizó en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de México. Los padres de los estudiantes identificados como Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, de nacionalidad colombiana, tuvieron que viajar al país para recibir los cuerpos de los jóvenes.
Los alumnos de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), a donde pertenecían los jóvenes asesinados, realizaron un paro en protesta por el crimen que le arrebató la vida cuatro personas.