Alfonso Rai es un mexicano que fue enviado a China por la empresa en la que trabaja en Juárez, pero su estadía coincidió con la propagación del virus, de acuerdo a una entrevista difundida por la cadena Univisión.
Rai fue al norte del gigante asiático junto a tres compañeros los primeros días de enero, pero tres semanas más tarde los regresaron porque el virus se empezaba a propagar.
El joven describió el temor que vivió en esos días por el riesgo del contagio en medio de la expansión del virus que se genera en China.
“Nosotros pensábamos que no era algo tan grave y decíamos que iba a tardar al menos unos cinco días en que nos saquen... Yo no podía dormir en los últimos días por el miedo de que fuera una epidemia o algo muy grave”, describió Rai desde Juárez.
Por su parte Gustavo Cimental y su esposa, señalaron que no entendían nada de lo que se decía en la televisión sobre el coronavirus. Si embargo, la empresa les informó que tenían que utilizar mascarillas dentro de la compañía y en el hotel.
Confesaron que al regresar no les hicieron revisión médica en el aeropuerto de Ciudad de México a finales de enero. No obstante, cuando llegaron a Juárez, la empresa les mando a realizar exámenes médicos y se descartó que no venían contagiados.
“Mis familiares siempre me preguntan si estoy bien todos los días porque estaban muy preocupados por nosotros”, señaló la esposa de Cimental.
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La historia de Alexa Guedea, una mexicana que reside en China con su familia también fue difundida por Univisión.
Guedea aseguró que tienen casi un mes encerrados en su cada ubicada en Harbin, con su esposo y sus hijos de 10 y 12 años.
Las autoridades locales han confirmado que hay personas infectadas con el coronavirus dentro del condominio.