En Venezuela, específicamente en el 1998, año en el que Morella, de ahora 49 años de edad, estuvo secuestrada y expuesta a constantes abusos y maltrato físico. Fue un hombre que se enamoró de ella y la raptó en la ciudad de Valencia, al centronorte del país caribeño y, 31 años después, esta mujer logró escapar. Hoy sale a la luz su historia.
El caso se registró en un departamento del Conjunto Residencial Los Mangos en estado Aragua. Morella vivió más de tres décadas sometida por Mathías Enrique Salazar Moure.
En un trabajo realizado por la periodista Yohana Marra para el portal Crónica Uno, se ha descrito como la víctima vivió durante 30 años aislada del mundo, incluso sus familiares la creyeron muerta.
Morella estuvo en un departamento donde no podía ver la luz ni asomarse a la ventana. Solo escuchaba la radio y veía canales de televisión regionales.
Los vecinos conocían a su captor como “el gordo Mathías", quien abusó sexualmente de ella, la amenazaba y le propinaba fuertes golpizas. Morella podía estar privada de alimentos si no accedía a complacerlo sexualmente.
,,
Ella tenía 17 años y él 23 cuando iniciaron una relación. La familia no lo quería porque se había mostrado agresivo. Posteriormente, Salazar le propuso vivir juntos en Valencia (Venezuela) para luchar por su amor.
PUEDES VER Corea del Norte amenaza a Estados Unidos con un “regalo de Navidad” y Donald Trump le responde
La víctima pasó por varios inmuebles, pero en el último lugar fue de donde lograr escapar el pasado 24 de enero este año. Fue en ese momento, cuando Morella pudo ver unas llaves que dejó su captor. Para su sorpresa, la puerta abrió y pudo huir y salvar su vida.
Se dirigió al Instituto de la Mujer de la localidad. En principio, la presidenta y la secretaria general no le creyeron pero fue la coordinadora que escuchó con detenimiento la historia de la víctima. Ella la llevó a casa y remitió el caso al Ministerio Público.
Según Óscar Hernández, sobrino de Morella, señaló que su tía fue golpeada mucho, amenazada y estuvo tan traumatizada que tenía miedo de levantarse. “Ella tenía miedo de hacer cualquier cosa y que él la matara”. precisó.
La madre de Morella falleció hace ocho años y siempre mantuvo la esperanza de que su hija apareciera. Según reseña de Crónica Uno, la víctima nunca olvidó la dirección de la casa en donde vivía en Valencia,
Lo que el “gordo Mathías” hacía de tener sometida a una mujer dentro de un departamento era un secreto a voces. Al parecer en dos ovaciones, un vecino denunció la situación pero cuando los efectivos llegaban al inmueble ella desmentía la información porque “estaba amenazada”.
Morella
Cuando la policía fue a la casa de Morella el pasado 26 de enero, la familia pensó lo peor y llegaron a imaginar que venían a informar que habían encontrado el cuerpo de su pariente.
Al “gordo Mathías” lo capturaron. Fue imputado por los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual, inducción al suicidio y violencia psicológica. Todo esto fue confirmado gracias a los exámenes que se le practicaron a Morella por orden de la fiscalía.
Al conocerse el caso, se confirmó que otras dos víctimas estaban secuestradas por Mathías Salazar, una de ellas desde hace 23 años.
A través de Twitter, miles de internautas exigen que se frene la violencia de género e hicieron un llamado a la gestión de Nicolás Maduro para fortalecer los cuerpos estatales que brindan seguridad a las víctimas de violencia.
''Las instituciones no tienen las capacidades necesarias para identificar cuando están frente a una víctima. Debemos estar atentos en nuestras comunidades ante casos de violencia de género y denunciar #JusticiaParaMorella''.
Mathías Enrique Salazar Moure tiene 55 años, y se encuentra en el ojo de la tormenta tras el rescate de Morella, lo que permitió revelar el depravado estilo de vida del hombre, quien también tenía a otras dos mujeres en cautiverio desde hace décadas.
Apodado también como el Limón y Maracay - recoge El Pitazo - Mathías mantuvo un perfil silencioso en su vecindario y muchos lo tildan de amistoso.
''Además, era confiable para hacer negocios. Muchos vecinos negociaban con en él para compra y venta de dólares”, indicó uno de ellos al diario citado.
Trascendió hace poco que las autoridades de Venezuela lograron liberar a una víctima más de Mathías Enrique Salazar Moure, alias el gordo Mathías.
“Funcionarios de la Fiscalía 25 del Ministerio Público (MP) y comisiones de la Dirección de Investigaciones de la Policía Municipal de Girardot rescataron a Ana María de Salazar (54), mujer que estuvo en cautiverio por 34 años en manos de Mathías Enrique Salazar Moure”, informó el periodista Eleazar Urbaez en Twitter.
Morella presentó un cuadro de desnutrición y trascendió un equipo de especialistas la asisten. Sus familiares están con ella y señalaron que la quieren complacer en todo, como: la petición de ver una película de Disney, Pocahontas, que se estrenó en 1995.
Aunque en este momento aún no puede dormir bien, Morella pide permiso para todo, hasta para asomarse por la ventana. Sus familiares temen que el “gordo Mathías” quede en libertad y que la corrupción empañe el proceso.
“No puede dormir bien, aunque poco a poco ha ido logrando hacerlo mejor”, añadieron sus familiares.
La diputada ante la Asamblea Nacional, Manuela Bolívar, exigió justicia para la mujer.
“Este hombre cometió delito, debe estar privado de libertad. Aquí la violencia de ningún tipo debe permitirse”, dijo.
Citada por el portal AlbertoNews, la parlamentaria añadió: “Lo que se requiere hoy es la investigación necesaria. Las demás mujeres de este edificio están corriendo peligro”.
Manuela Bolívar, presidenta de la subcomisión de la Mujer e Igualdad de Género de la Asamblea Nacional, llamó a toda la ciudadanía venezolana a realizar la denuncia correspondiente.
“Si alguien ve la violencia no puede ser silente. Si alguien ve y escucha un hecho de violencia, no puede fingir demencia. Todos tenemos el deber de actuar”, subrayó citada por el portal Efecto Cocuyo.
Hasta ahora el régimen de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre el caso de Morella.
Mientras que la subcomisión de la Asamblea Nacional realizará la documentación pertinente que permita un seguimiento y así procurar que haya justicia para la mujer.
En alianza con la Organización No Gubernamental (ONG), Transparencia Venezuela, el Parlamento venezolano atenderá este caso.
Fabiana Rosales, la esposa de Juan Guaidó, quien es reconocido por casi 60 países como presidente encargado de Venezuela, se pronunció sobre el caso.
El comunicado íntegro de Fabiana Rosales
“Luchamos por un país en el que la justicia impere y cualquier delito sea castigado”, afirmó en Twitter la primera dama encargada de Venezuela.
Óscar Hernández, sobrino de Morella, la mujer que estuvo tres décadas secuestrada por Mathías Salazar, alias el gordo Mathías, indicó a los medios locales que dicho sujeto aún no ha sido trasladado a la cárcel pese a encontrarse recluido en una comisaría local.
Además, el familiar de la víctima resaltó que el hombre no ha sido linchado ni mutilado como se creía en las redes sociales, y espera que se tomen cartas en el asunto para que el hecho no quede impune.
La justicia de Venezuela juzgará a Mathías Salazar por los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual, violencia psicológica e inducción al suicidio, asegura la Red Naranja de Venezuela.
“Las mujeres victimizadas son separadas por sus captores de toda la gente y experiencia que tuvieron que podrían contribuía a su autoestima, autoconfianza y su identidad”, comenta a BBC la psicóloga Rona Fields, quien estudió el caso de tres féminas secuestradas durante diez años en Estados Unidos.
Sumado a que la violencia física y sexual apeligra a las víctimas, aparte de desarrollar una conducta sumisa.
Incluso pueden perder el sentido de la perspectiva tras estar sometidas a varios años de castigo.
En los primeros 10 días del 2020, Venezuela registró 8 feminicidios, recoge El Nacional.
''Es una realidad que las organizaciones feministas hemos denunciando desde hace años tanto la grave situación del acceso a la justicia como la ausencia de programas de prevención'', comenta Magdymar León, coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa.
El asesinato de Anubis Contreras, de tan solo 10 años, desató la indignación en la opinión pública. Su cuerpo fue encontrado dentro de un saco en un garaje.
Por su parte, la diputada Manuel Bolívar de la Asamblea Nacional, afirmó que en el primer mes del 2020, 25 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en Venezuela.
“Urge acciones urgentes para garantizar la vida de las mujeres, urge trabajar en conjunto para restablecer el Estado de Derecho para disminuir las desigualdades y erradicar la violencia de género”, expresó la parlamentaria en Twitter.
3 529 mujeres fueron asesinadas en América Latina en 2018, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Por su parte, la ONU indicó que en 2017, 2 559 féminas murieron a causa de la violencia machista, y solo 760 fueron investigadas como feminicidio, informa El País.
La crisis en Venezuela ha calado en diversas problemáticas, y la violencia de género es una de las realidades más crudas.
Ante esta situación, el régimen de Nicolás Maduro aseguró que condenará la dejadez de las entidades públicas que no actúen en beneficio de las mujeres que denuncian agresiones.
“Hay que seguir atendiendo este asunto con educación y valores para ir neutralizando. Tenemos que cambiar los antivalores. Pido a los hombres de Venezuela respeto a la mujer, respeto a la familia, a los hijos, conciencia y amor, respeto e igualdad para avanzar en paz”, expresó el mandatario chavista.
El abogado de Mathías Salazar Moure, José Briceño, ofrece detalles del caso a través de una rueda de prensa.
Briceño confirmó que Salazar había tenidos relaciones sentimentales con las tres mujeres secuestradas bajo el consentimiento de estas y que eso no era ningún delito.
“En Venezuela las leyes no prohíben tener tres mujeres”, dijo Briceño.
La defensa destacó que detrás del caso “había un complot” del partido opositor Voluntad Popular y los medios venezolanos.
Informó que Mathías estaba en la penitenciaría de la ciudad de Aragua, en Maracay y no en Alayón.