Roberto Ubieta, un pescador de Argentina, rescató a una tortuga marina que quedó atrapada en una red de pesca, producto de la contaminación. Mientras se encontraba en rehabilitación, el animal defecó 13 gramos de plástico, el equivalente a 26 sorbetes.
La tortuga, de la especie Chelonia Mydas, ingresó el 29 de diciembre al Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino, en la playa de San Clemente del Tuyú. A los pocos días, comenzó a expulsar fragmentos de basura que consumió en playas de la costa argentina.
Esta tortuga fue víctima de “pesca fantasma”: animales atrapados en redes y aparatos de pesca desechados en el mar. Se estima que más de 100.000 ballenas, delfines, tortugas y focas quedan atrapadas en redes abandonadas o perdidas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que el plástico representa cerca del 90% de la basura existente en el mar. Cada año se desechan 13 millones de toneladas de este material a los océanos de todo el mundo.
Los residuos de plástico matan a un millón de aves y más de 100,000 especies marinas cada año. Esto causaría que en 30 años haya más plástico que peces en el mar.
Si el actual patrón de consumo y producción continúa, es previsto que para el 2030 el mundo producirá 619 millones de toneladas de plástico por año. A, la contaminación por plásticos amenaza la biodiversidad marina, la seguridad alimentaria y la salud humana.