Un niño de tres años falleció luego de un incendio en la casa de su papa. Shaun Harvey vivía en una casa rodante, y sus pequeños hijos de 3 y 4 años estaban pasando el fin de semana con él. El hecho ocurrió en el pueblo de Ffair Rhos (Inglaterra), la madrugada del domingo.
Estaban jugando a una pijamada, cuando de pronto el fuego empezó a arder. Harvey logró salir junto a su hijo mayor, pero el más pequeño quedó atrapado en las llamas. El padre luchó para sacar al niño del incendio, pero este había incrementado en cuestión de segundos.
Fue en busca de ayuda, y llegó hasta la casa de su vecina Miriam Connolly, de 54 años, quien dijo: “Estaba en la cama cuando escuché que alguien tocaba la puerta. Luego se hizo cada vez más fuerte, pensé que el vidrio de la puerta se iba a romper”.
Cuando abrió la puerta, vio que Harvey llevaba a su hijo pequeño en brazos, totalmente quemado. “Pusimos al niño en la bañera con agua fría para tratar de enfriar sus quemaduras”, relató la mujer al portal The Mirror.
El fuego se incrementó en cuestión de segundos y la casa rodante quedó destruida. (Captura: The Mirror)
En ese momento, pensó en llamar al servicio de emergencias, quienes llegaron a apagar el incendio.
La casa quedó completamente destruida, y el fuego se extendió llegando a dañar los ladrillos de la casa en la que se encontraba estacionada.
Se presume que Shaun estaría separado de la mamá de los pequeños, y vivía en esta casa rodante mientras buscaba un lugar permanente para mudarse.
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La policía está investigando qué pudo causar le incendio mientras el hijo mayor se encuentra en el hospital, luchando por su vida.