La donación de órganos es un tema delicado que si bien salva muchas vidas, a su vez existen un gran número de factores que pueden complicar el trasplante del órgano. Sin embargo, gracias a la investigación de unos científicos suizos esto puede cambiar. Crearon una máquina que permite mantener un hígado por un periodo de una semana, en condiciones de ser trasplantado.
Para que la máquina funcione a la perfección, debieron aplicarle funciones que sustituyen las del corazón, pulmones, riñones, páncreas e intestinos. El asombroso invento, al poder reparar lesiones y limpiar el órgano extraído, presenta la posibilidad de utilizar órganos que estaban dañados y transformarlos en completamente sanos.
Los profesionales suizos del Hospital Universitario de Zúrich fueron los encargados de dar un paso más en la historia de la ciencia. Ellos son los responsables de la creación de la máquina que no solo conserva el hígado una semana, sino que también puede reparar el órgano para su trasplante, según informa la revista Nature Biotechnology.
“El éxito de este exclusivo sistema de perfusión, desarrollado durante un período de cuatro años por un grupo de cirujanos, biólogos e ingenieros, allana el camino para muchas aplicaciones nuevas de trasplantes y medicamentos contra el cáncer que ayudan a pacientes sin injertos de hígado disponibles”, aseguró Pierre-Alain Clavien, autor de la investigación ‘An integrated perfusion machine preserves injured human livers for 1 week’. Clavien, a su vez, es el presidente del Departamento de Cirugía y Trasplante del Hospital Universitario de Zúrich.
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El proyecto, bautizado Liver4Life, supone un gran avance en la medicina de trasplantes, puesto que hasta ahora solo era posible mantener activos estos órganos fuera del cuerpo unas pocas horas. De acuerdo con las conclusiones de la investigación, el desarrollo de esta nueva tecnología permitiría la regeneración de hígados de baja calidad que, en otras circunstancias, serían rechazados para un trasplante.
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Esta máquina de perfusión, desarrollada en el marco del proyecto Liver4Life, sustituye durante una semana al organismo en el que previamente se encontraba el hígado en cuestión.
Una bomba reemplaza la función del corazón, mientras que un oxigenador hace lo propio con los pulmones y un mecanismo de diálisis sustituye a los riñones. Además, se añaden con la regularidad adecuada las hormonas y nutrientes necesarios para imitar al páncreas y los intestinos.
Así se consigue que lo que anteriormente funcionaba durante unas horas, pase a durar hasta una semana completa, según han reconocido los propios científicos en declaraciones a Swiss Info.
Si el órgano estaba dañado, en ese tiempo se pueden realizar funciones como limpiar los depósitos de grasa visceral y regenerar o reparar zonas lesionadas. Los investigadores calculan que gracias a esta máquina seis de cada diez hígados, que antes se descartaban, pasarían a ser aptos para trasplante.
Entre las personas que se verán beneficiadas por esta máquina, se encuentran los pacientes de cáncer o enfermedades hepáticas graves, cuya curación pasa por recibir un hígado sano que sustituyas al suyo.