Más de 20 mujeres recibirán 12,7 millones de dólares tras haber demandado por fraude a los propietarios de una página web de contenido pornográfico llamada ‘GirlsDoPorn’, en Estados Unidos. Ellas los acusan de engañarlas y difundir videos sexuales en los que aparecían, sin su consentimiento.
Los propietarios del sitio web son Michael James Pratt, de 26 años y Mattew Isaac Wolfe, de 37. Ambos fueron demandados junto al actor porno Rubén André García de 31 años, por haber grabado a las mujeres en contenido sexual sin avisarles que los videos serían publicados en Internet.
Luego de cuatro meses de juicio, el juez Kevin Enright decidió a favor de las demandantes, y ahora los 13 acusados deberán pagarles 9,45 millones de dólares en daños compensatorios y 3,3 millones en daños punitivos, según informa el portal 20 Minutos.
Además, se dispuso la devolución de los derechos de propiedad de sus imágenes, que habían sido publicadas en varias páginas web para adultos. Además, para evitar futuros inconvenientes similares, el juez ordenó a los dueños del sitio que, en sus anuncios especifiquen que dichas imágenes serán publicadas en Internet.
Asimismo, ellos deberán solicitar, de forma legal y anticipada, los permisos correspondientes de las personas que participen para poder utilizar sus datos personales.
“El dinero es una cosa, pero estos tipos les han arruinado la vida y tenemos que arreglar esto lo mejor que podamos”, dijo Ed Chapplin, abogado de las demandantes.
Mientras tanto, los abogados de los acusados los defendieron argumentando la mayoría de edad de todas las demandantes, además de aceptar los pagos cada vez que grababan un video, a lo que las mujeres respondieron que, aunque sí aceptaron tener relaciones sexuales frente a una cámara para ganar dinero, la difusión de las imágenes “arruinó sus vidas y carreras” haciendo incluso que alguna pensara en el suicidio.
En caso de ser declarados culpables, los dueños de la página web podrían enfrentarse a una cadena perpetua. Según consta en la denuncia las mujeres fueron convocadas para trabajos como modelos; sin embargo, les pidieron que aparecieran en videos pornográficos, asegurándoles que solo serían distribuidos en DVD y a clientes privados en el extranjero.
También aseguran las denunciantes, que fueron forzadas a beber alcohol y consumir drogas para que cedieran los derechos sobre sus imágenes.