El expresidente de Bolivia, Evo Morales, abogó porque Rusia tenga mayor “presencia” en América Latina para que contribuya a detener la “forma de hegemonizar” de algunos Gobiernos, especialmente el de la presidenta interina boliviana Jeanine Áñez.
En entrevista con el diario español ABC, Morales fue preguntado sobre la posible influencia de espías chinos y rusos para impulsar las protestas que han sacudido algunos países de la región, específicamente Ecuador y Chile.
“Con Rusia estamos esperando y quiero que haya presencia de Rusia en América Latina para frenar esta forma de hegemonizar”, dijo el ex jefe de Estado (2006-2019) desde Ciudad de México, donde permanece como asilado político tras haber renunciado al cargo el pasado 10 de noviembre.
Evo Morales durante la entrevista con el medio español
Morales apuntó que no tiene “información” sobre la presunta injerencia de China y Rusia en América Latina, al tiempo que ratificó la “buena relación” con el Ejecutivo presidido por el mandatario chino Xi Jinping, con quien conversaba mayormente sobre comercio, desarrollo e inversión.
También fue cuestionado sobre la decisión de Áñez de expulsar a unos 300 cubanos y venezolanos que se encontraban en el país en condición irregular. En el caso de los ciudadanos provenientes de Venezuela, no hizo referencia alguna.
Agradeció los programas de cooperación bilaterales con Cuba que permitieron a 700.000 personas de la isla trabajar de forma “gratuita” en Bolivia.
“La gente está ahora pidiendo a gritos que vuelvan los médicos cubanos. Ya no hay tomografías, terapia intensiva y hay hospitales cerrados. Eran médicos para la gente más humilde”, sostuvo.
Morales abandonó Bolivia el 11 de noviembre anterior después de que las Fuerzas Armadas lo forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México, adonde llegó el 12 de noviembre. La renuncia del líder indígena ha sido calificada como “golpe de Estado” por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política, que deja decenas de muertos y cientos de heridos.