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El código hallado en el bolsillo de un cadáver putrefacto que el FBI no puede descifrar tras 20 años

Más de 30 líneas y una variedad enloquecedora de letras, números, guiones y paréntesis. ¿Qué hay detrás de este perturbador mensaje?

Era el 30 de junio de 1999 cuando los policías de San Luis, una importante ciudad de Misuri (Estados Unidos), descubrieron el cadáver putrefacto y desfigurado de Ricky McCormick (41).

Había sido asesinado y abandonado en un campo de maíz frente a las aguas del Mississippi.

Los efectivos lo hallaron tendido boca abajo, lleno de tierra y con un aspecto que dejaba pocas dudas sobre su muerte, y algo que los dejó atónitos: dos notas en el bolsillo de su pantalón, las únicas pistas recogidas desde entonces, cedidas después al FBI para la investigación.

Tras 20 años del asesinato, la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de Estados Unidos aún no ha logrado saber de qué se trata.

Desde luego, y a pesar de la intervención de la Unidad de Criptoanálisis y Racketeering Records (CRRU) y la Asociación American Cryptogram, el asesino de Ricky McCormick no ha enfrentado la justicia.

Lo primero que hizo la policía fue pasarle las notas al FBI, quienes las mantuvieron en secreto, incluso a la familia del propio McCormick. Foto: Difusión.

Garabatos, números y guiones

Las más de 30 líneas de material codificado utilizan una variedad enloquecedora de letras, números, guiones y paréntesis.

Ricky McCormick, quien podía haber sufrido cuadros psicóticos, no terminó la escuela secundaria y, desde niño, tenía un “idioma secreto”.

Su madre, Frankie Sparks, dijo a la Policía que lo único que podía escribir era su nombre, y que las habilidades alfabéticas de su hijo eran mínimas. Y según su primo, Charles McCormick, Ricky “no podía deletrear nada, solo garabatear”.

Con esta información, varios expertos han tratado de develar sus notas mediante técnicas analíticas.

“Nffu nf bu uif qbsl bu oppo”, esto es lo que más se repite en los escritos.

Lo primero que hizo la policía fue pasarle las notas al FBI, quienes las mantuvieron en secreto, incluso a la familia del propio McCormick. Foto: Difusión.

Pero de lo único que están seguros es que las notas pudieron haberse hasta tres días antes del crimen.

“Tenemos la clave de esta extraña muerte, uno de los pocos asesinatos no resueltos en la zona durante décadas. Romper el código podría revelarnos el paradero de la víctima antes de su muerte y podría conducir a la solución”, ha señalado Dan Olson, jefe de la Unidad de Registros de Criptoanálisis (CRRU) del FBI.

Dos décadas después del homicidio, el organismo mantiene las esperanzas de develar el código Ricky McCormick.

“Si tiene información, puede enviarla a http://forms.fbi.gov/code o escriba a CRRU. No se ofrece ninguna recompensa, solo un desafío, y la satisfacción de saber que su poder mental podría ayudar a llevar a un asesino ante la justicia”, se lee en la página del FBI.

¿Existe, entonces, crimen perfecto?