Evo Morales fue el primer presidente indígena de Bolivia. Rompió barreras en 2006 tras alcanzar el poder y mantenerse aferrado al cargo durante 14 años, en contraste con los cinco efímeros gobiernos que le antecedieron entre 2001 y 2005.
Su desempeño fue calificado positivamente por una mayoría luego de que redujera notablemente la pobreza en su país con el llamado ‘milagro económico boliviano’. Pudo jubilarse como uno de los líderes con mayor aprobación; sin embargo, su obstinación con el poder fue mayor.
En 2016, Evo Morales ya sufría un desgaste político que se acentuó posteriormente con el referendo del 21 de febrero. Más del 50% votó en contra de que el presidente tuviera la oportunidad de ser reelegido en las elecciones del 2019.
No obstante, el líder indígena no escuchó y un polémico fallo judicial lo habilitó para postularse como candidato. "No quiero [seguir], pero no puedo decepcionar a mi pueblo", se justificó entonces.
Llegó el esperado año y Morales, efectivamente, se presentó con el respaldo de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). Los resultados oficiales le dieron la victoria en primera vuelta contra su principal competidor Carlos Mesa.
El descontento se agudizó y, la ‘extraña’ forma en que se dio el conteo de votos provocó una serie de manifestaciones que acabó con su dimisión el domingo 10 de noviembre. Al día siguiente partió para México, a tomar el asilo político que le ofrecieron, y llegó el martes 12.
Expresidente de Bolivia llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Foto: Univisión
Era 1959 y una familia humilde de la comunidad Isallavi, ubicada cerca de los fríos valles del occidente de Bolivia, vio nacer a su cuarto hijo. Sus padres esperaban que él sí sobreviviera −los dos que le precedieron no lo lograron− y necesitaban un nombre ‘impactante’.
El calendario les indicaba Evaristo, pero Dionisio Morales no estuvo de acuerdo y optó por Evo, previa aprobación del sacerdote. Desde joven se dedicó a trabajar las tierras y a cuidar las llamas de la familia.
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También fue vendedor de helados, fabricante de ladrillos y trompetista de un grupo de música. Años después inició con el cultivo de coca en Chapare (donde anunció su renuncia como presidente en 2019).
No llegó a la universidad, pero un suceso marcó su vida para siempre a los 15 años cuando intentó hablar con el presidente de la época, Hugo Banzer Suárez, durante una visita escolar. No lo consiguió y aquel día prometió a sus compañeros que algún día él ocuparía ese cargo.
En 1995 ya era parte de los cocaleros con los indígenas aimaras. En una ocasión un oficial lo insultó en la cárcel de Copacabana Morales le respondió: “Este indio de mierda va a ser tu presidente”. Así lo hizo en 2006, tras derrotar al derechista Jorge ‘Tuto’ Quiroga.
Evo Morales, el indígena que desde los 15 años se empecinó con ser presidente
Durante su primer mandato, Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos y coincidió con un boom petrolero de precios sin precedentes. El país creció a un ritmo anual de 4,9% y la pobreza extrema se redujo de 38,2% (2005) a 17,1% (2018), según cifras oficiales.
Se construyeron también más de 7 000 km de carreteras, a un costo de 6,6 millones de dólares, frente a los 1 038 kilómetros construidos hasta 2005, según el Ministerio de Comunicación.
Pero uno de sus mayores hitos sería el teleférico que conecta La Paz y El Alto, construido en 2014. Durante sus tres gobiernos, Morales dejó suficientes pruebas para su longevidad. No obstante, hubo también un matiz de descontento que comenzó a crecer después.
Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia por la crisis que atraviesa el país.
La gestión medioambiental del cambio económico no le gustó a un grupo de ecologistas y Morales fue acusado de ser el causante de incendios en espacios naturales. Los casos de corrupción también mancharon su nombre.
Una malversación a la estatal petrolera YPFB, un millonario desfalco a un fondo indígena y un escándalo por tráfico de influencias los vinculaba a él y a Gabriela Zapata, directiva de una firma china.
Empecinado con cumplir con su ‘agenda patriótica’ que diseñó para los años 2020-2025, Evo Morales se valió de un presunto fraude para ser reelegido nuevamente en las elecciones del 20 de octubre de 2019.
Durante tres semanas, la calles de Bolivia cobraron vida y una serie de violentas manifestaciones envolvieron al país en una crisis política. Morales se vio obligado a renunciar, así como su segundo Álvaro García Linera y otros personajes de su partido.
Evo Morales gobernó durante 14 años a Bolivia.