Zaid García, de 16 años, tiene el rostro desfigurado, los ojos cerrados y no tiene manos a causa de un incendio ocurrido cuando era un bebé en México. Y a pesar de ese panorama tan negativo se levanta cada día esperanzado con ver por primera vez a través de una cirugía.
Por medio de la página GoFundMe su familia lanzó una campaña para recaudar dinero y así pagar la costosa serie de operaciones que permitirían eliminar una capa de piel que cubre sus ojos y reconstruir sus párpados, informó el diario The Sun.
“Estoy compartiendo mi historia para inspirar a la gente y mostrarles que los milagros existen”, enfatizó el joven en la publicación.
La dramática historia de García inició cuando tenía tan solo dos años. Mientras dormía en su cuna una vela se cayó y provocó un gran incendio del que logró sobrevivir pero resultó con quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
“Estaba super herido. He tenido tantas operaciones ahora que ni siquiera puedo recordar”, declaró García, quien ahora vive en la ciudad de Galveston, estado de Texas (Estados Unidos).
Al joven le amputaron ambas manos y le tomaron cuatro dedos del pie derecho, por lo cual en total solo tiene seis. "No camino normalmente. No doy un paso", reveló.
El joven ahora intenta llevar una vida normal en Estados Unidos. Foto: The Sun
Su apariencia lo llevó a pensar en el suicidio y una vez trató de quitarse la vida debido al rechazo que padece. Tras el intento fallido su mamá, Otaida Carillo, lo ayudó a superar su ansiedad y ahora ve con optimismo su futuro.
“Espero que la gente piense que soy bueno y no soy un zombi o una horrible criatura que está intentando herir personas”, llamó García en entrevista con el medio británico.
Dado que los doctores le cerraron los ojos de la piel tras la catástrofe, mas no se los sacaron, García confía en protagonizar otro milagro. Su “próxima esperanza”, en caso de hacerse la cirugía, es ver por “primera vez el mundo correctamente”.
“Creo que será genial. Lo primero que quiero ver sería a una de mis amigas”, dijo García en referencia a Julia, quien lo ha apoyado y expresado su cariño por encima de todo. “Supongo que me gustaría ver su belleza”.
Mientras espera ser operado, nuevamente, el joven practica poesía, canto y dibujo.