En Reino Unido, un equipo de expertos en salud presentó a la muñeca Emma, un prototipo en tamaño real que luce, según sus cálculos, como se vería un empleado de oficina promedio dentro de 20 años debido al estilo de vida que actualmente llevan estos trabajadores.
Además de una joroba prominente, Emma tiene las piernas hinchadas y llenas de várices, así como los ojos visiblemente irritados. Ella es producto de un informe titulado The Work Colleague of The Future, que examinó los datos de 3000 empleados de oficina en Francia, Alemania y Reino Unido.
Gran parte de los encuestados ya sufría de dolor en los ojos, dolor de espalda y dolores de cabeza debido a su entorno laboral. Esta información sirvió para el diseño de Emma, que también sufre de eccema (manchas rojas en la piel, acompañadas de picor) relacionado con el estrés, extremidades inflamadas y exceso de peso.
“A menos que hagamos cambios radicales en nuestra vida laboral, tales cómo movernos más, cambiar nuestra postura en nuestros escritorios, tomar descansos regulares para caminar, o en vista de la mejora de nuestra configuración de estación de trabajo, nuestras oficinas nos volverán muy enfermos”, advirtió William Higham, futurista conductual y líder del equipo que diseñó a Emma.
Si bien la compañía de muebles Fellowes encargó el informe para mostrar sus productos como una solución, este tipo de trabajos destacan por su forma concientizar a la población sobre los peligros que suponen sus hábitos laborales.