Dos muertos y dieciséis heridos es el saldo dejado por un tiroteo ocurrido la noche del último sábado durante una fiesta universitaria celebrada en Texas, Estados Unidos.
Los disparos tuvieron lugar en un evento de Halloween realizado en el pueblo de Greenville, 80 kilómetros al noreste de Dallas, al que asistieron cerca de 750 personas, la mayoría con edades alrededor de los veinte años.
La policía asegura que el atacante portaba una pistola de 9 milímetros. De acuerdo con el relato ofrecido por una testigo, el sujeto escogió a una persona como su primera víctima, tras lo cual continuó efectuando disparos, según indicó Randy Meeks, alguacil del condado de Hunt, el domingo por la mañana en conferencia de prensa.
Muchas personas congregadas en la fiesta trataron de huir de la escena. Cuatro de los lesionados, añadió Meeks, quedaron en esa condición en su intento de escapar por las ventanas del local.
Algunos oficiales llegaron al lugar debido a que fueron notificados por autos mal estacionados. Quince minutos luego de su llegada, oyeron sonidos de balas en la parte trasera del edificio, pero no podían determinar si eran emitidos desde adentro o afuera.
Los agentes del orden hallaron dentro del edificio a dos personas muertas, así como a dieciséis heridos, algunos de los cuales fueron trasladados por vía aérea a hospitales cercanos.
El perpetrador huyó luego del incidente y actualmente se encuentra prófugo. Hasta el momento no se conoce su identidad ni se cuenta con una descripción suya. Tampoco se conoce la motivación del atentado, que es materia de investigación.
En los últimos años, el estado de Texas, en Estados Unidos, ha sido escenario de varios tiroteos, como el sucedido en Odessa que dejó cinco muertos y veintiún heridos.