El cómputo oficial de las elecciones generales en Bolivia este miércoles está cerca del 97% del escrutinio de votos, con el presidente Evo Morales a tan solo unas décimas de alcanzar el porcentaje necesario para ganar en primera vuelta, en medio de sospechas de fraude.
Datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) le otorgan a Morales hasta ahora un 46,49 por ciento de los comicios, mientras que el opositor Carlos Mesa obtiene un 37,01, con el 96,78 escrutado.
El sistema electoral en Bolivia da por ganador al candidato que alcance el 50 por ciento o más de los votos, o al menos el 40 por ciento con una diferencia de 10 puntos sobre el siguiente.
Así dejaron el Tribunal Departamental Electoral en Santa Cruz. Foto: Efe
Si ninguno de los candidatos obtiene esa ventaja habría una segunda vuelta, a efectuarse en diciembre entre los dos con mayores votos, en este caso Morales y Mesa.
El lunes la difusión repentina por parte del TSE de un recuento provisional preliminar, no oficial, que daba al presidente Evo Morales la victoria en primera vuelta, pese a que el domingo se había detenido cuando apuntaba a un balotaje con Mesa, provocó manifestaciones violentas.
Tanto Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana, como dirigentes de varias ciudades bolivianas denuncian un supuesto fraude orquestado por el TSE.
Este miércoles se cumple una huelga parcial en Bolivia como parte de las protestas en contra de la reelección de Morales, en el poder desde 2006.
En la víspera el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, presentó su renuncia irrevocable por “la desatinada decisión” de suspender la transmisión de los cómputos preliminares de las elecciones generales.
Para Costas la acción del organismo “derivó en la desacreditación de todo el proceso electoral, ocasionando una innecesaria convulsión social, que espero sea pronto solucionada”.