Siete años después de las movilizaciones en Francia contra el matrimonio homosexual, los opositores a la procreación médicamente asistida (PMA) de lesbianas y solteras desfilaron este domingo en París para pedir el retiro del texto a debatir por los diputados.
Agitando banderas verdes y rojas con la inscripción “Libertad Igualdad Paternidad”, los manifestantes comenzaron a caminar hacia las 11H00 GMT en el sur de la capital, a pedido de un colectivo de unas veinte asociaciones opuestas a la ampliación de la PMA, medida emblemática de este proyecto de ley bioética.
“Desde hace casi dos años, nuestros intentos de diálogo no han tenido éxito (...) sólo queda la calle para ser escuchados”, declaró la presidenta del movimiento católico conservador Manifestación para todos, Ludovina de la Rochère, que también lideró la movilización contra el matrimonio homosexual hace siete años.
“Todos nacidos de un padre y una madre, esa es la igualdad”, “Privados de papá, ¿con qué derecho?”. Estos son algunos de los lemas de las pancartas que enarbolaban los manifestates que combaten la “PMA sin padre”, oponiéndose a una extensión de la procreación asistida médicamente a lesbianas y solteras.
El desfile de opositores a la procreación médicamente asistida (PMA) para todas las mujeres reunió a 74.500 personas este domingo en París, según un recuento realizado por el gabinete Occurence para un colectivo de medios de comunicación como la AFP.
Miles de manifestantes se reunieron en las calles durante un debate sobre una nueva legislación en Francia. Procreación de reproducción médica o asistida. París, Francia, 06 de octubre de 2019.
“El desarrollo y el ambiente de la manifestación son tan importantes como su amplitud”, comentó Ludovina de la Rochère. Su movimiento, así como las Asociaciones Familiares Católicas (AFC), han distribuido más de tres millones de folletos, tapizado paredes con carteles desde hace semanas, fletado dos trenes especiales y más de un centenar de autobuses completos en toda Francia.
Christian Kersabiec, de 68 años, quien llegó en autobús desde Bretaña (oeste), rechaza “esta nueva sociedad, en la que se juega a los aprendices de brujos”. “La familia con padre y madre es un ecosistema que hay que proteger”, afirma.
Para Laetitia, de 20 años, "un niño es un don, no es un derecho". "No luchamos contra los homosexuales, no decimos que su vida es mala, pero sí luchamos contra la legalización" de la PMA, explica.
Para Frédéric Dabi, director general adjunto del instituto de sondeos Ifop, "es difícil anticipar lo que va a suceder, pero la opinión es mucho menos crítica sobre la PMA que sobre el matrimonio homosexual".
Según la última encuesta del instituto en septiembre, una gran mayoría de franceses apoya la apertura de la PMA a las mujeres solteras (68%) y a las lesbianas (65%), un “nivel récord”, afirma.
El contexto político también ha cambiado. "En 2013, la gente tambien salió a la calle para decir no a François Hollande (presidente) y a una política considerada antifamilia", recuerda Dabi. Desde entonces, la brecha entre izquierda y derecha se ha "debilitado", subraya.
La conferencia de obispos adoptó una posición intermedia. No dio instrucciones a los católicos para que fueran a la manifestación, aunque por la voz de su presidente, Eric de Moulins Beaufort, estimaba que era su “deber” hacerlo “si creen que es un medio útil para hacerse escuchar”.