Andrómeda, la galaxia más cercana de la Vía Láctea, tiene un terrible historial caníbal. A esta conclusión ha llegado un equipo de astrónomos de la Universidad Nacional Australiana (ANU), quienes reconstruyeron el pasado de este coloso y descubrieron que ha destruido y absorbido varias galaxias más pequeñas.
En un estudio publicado en la revista Nature, los expertos identificaron, en grandes corrientes de estrellas, los restos de estas antiguas galaxias, que tenían un tamaño inferior a Andrómeda y que fueron devoradas por esta en su etapa de formación, hasta hace 10 000 millones de años.
“Al rastrear los restos débiles de estas galaxias más pequeñas con cúmulos estelares incrustados, hemos podido recrear la forma en que Andrómeda los atrajo y finalmente los envolvió en los diferentes momentos", explicó Dougal Mackey, que lideró la investigación junto a Geraint Lewis.
Los investigadores destacan dos grandes épocas, separadas por miles de millones de años, en las que Andrómeda obtuvo el ‘alimento galáctico’ para convertirse en lo que es hoy.
Los astrónomos rastrearon los restos encontrados en grandes corrientes de estrellas. Imagen: Dougal Mackey, ANU.
Antes se había predicho que Andrómeda colisionaría con nuestra galaxia en un futuro lejano, pero Dougal Mackey aprovechó el hallazgo para precisar que este catastrófico evento sucederá en unos 4.000 millones de años.
En ese sentido, destacó la utilidad de su estudio para“saber a qué tipo de monstruo se enfrenta la Vía Láctea para descubrir el destino final de nuestra galaxia”.
"Andrómeda tiene un halo estelar mucho más grande y complejo que la Vía Láctea, lo que indica que ha canibalizado muchas más galaxias, posiblemente más grandes que esta", dijo Mackey.
En 2018, otro estudio de un equipo internacional reveló que hace solo dos millones de años, Andrómeda acabó con una galaxia masiva, nombrada como hermana de la Vía Láctea.
La futura colisión entre ambas galaxias se producirá de una forma lenta. El mayor espectáculo tendrá lugar en el centro cuando los agujeros supermasivos de ambas se involucren en una danza cósmica que los terminará fusionando.
Al rastrear los restos de estas galaxias más pequeñas con cúmulos estelares incrustados, los científicos pudieron analizar la forma en que Andrómeda las atrajo y las engulló.
Esta investigación permite conocer más sobre la forma en que la Vía Láctea ha crecido y evolucionado durante miles de millones de años, un objetivo que perseguían los expertos para, según Mackey, “comprender cómo se formaron y evolucionaron estos sistemas”.
“Somos arqueólogos cósmicos que, en lugar de en la historia humana, excavamos en los fósiles de las galaxias muertas hace mucho tiempo”, dijo el profesor Geraint Lewis.
Imagen de la galaxia Andrómeda. Crédito: Tony Hallas / NASA.
Ilustración del proceso de fusión de Andrómeda y la Vía Láctea. NASA.