Los astrónomos han descubierto algo que parecía improbable. Dentro de un colosal choque de tres galaxias, sus agujeros negros supermasivos se están fusionando. Este extraordinario fenómeno fue descubierto gracias a varios observatorios y telescopios espaciales, como el Chandra de la NASA.
En un artículo recién publicado en la revista The Astrophysical Journal, se dio a conocer el hallazgo que tuvo lugar en el sistema triple de galaxias denominado SDSS J0849 + 1114, que se encuentra a mil millones de años luz de la Tierra.
“Solo buscábamos pares de agujeros negros en ese momento; sin embargo, nos topamos con este increíble sistema”, dijo el autor principal Ryan Pfeife, de la Universidad Georfe Mason en Fairfax, Virginia.
“Esta es la evidencia más fuerte que se ha encontrado hasta ahora de un sistema triple de alimentación tan activa de agujeros negros supermasivos”, explicó.
Como en la mayoría de galaxias, cada una de estas tres tiene un agujero negro supermasivo en su centro. Cada uno de estos titánicos objetos posee la fuerza gravitacional suficiente como para devorar enormes estrellas y no dejar escapar ni siquiera su luz.
Al producirse este inminente choque, cada agujero negro extrae del otro la materia de sus alrededores a medida que se acercan. Tal actividad libera una inmensa cantidad de radiación que no pasó desapercibida para los telescopios de la NASA.
Además de lo novedoso del hallazgo, es un paso importante para las futuras detecciones, ya que, según los últimos estudios, cuando hay tres agujeros negros interactuando, dos de estos se fusionan con mayor rapidez que cuando están sin un tercero debido a la fuerza gravitacional extra que aporta.
Primero, el telescopio Sloan Digital Sky Survey (SDSS) captó la imagen del sistema triple de galaxias gracias a un escaneo con luz óptica. Luego, los científicos del proyecto Galaxy Zoo la etiquetaron como un sistema de galaxias en colisión.
Con los datos de la misión WISE de la NASA, se descubrió que el sistema brillaba con luz infrarroja, lo cual ya daba pistas de la actividad de los agujeros negros durante la fusión. Pero fue cuando recurrieron al Observatorio de rayos X Chandra y al Gran Telescopio Binocular (LBTO) que se dieron cuenta de lo que realmente estaba ‘ante sus ojos’.
Los datos del Chandra arrojaron fuentes de rayos X en los centros galácticos, lo que revelaba que los agujeros negros supermasivos estaban consumiendo grandes cantidades de material cósmico en una misma región. Asimismo, la misión NuSTAR de la NASA detectó gas y polvo alrededor de uno de los agujeros negros, síntoma de la inminente fusión.
Fusión de agujeros negros. Representación artística.
Este es, sin lugar a dudas, un hito para las ciencias astronómicas, ya que es sumamente difícil encontrar sistemas triples de agujeros negros supermasivos. Una razón de ello es la gran probabilidad de que estén envueltos nubes de gas y polvo, bloqueando gran parte de la luz que emiten cuando están en actividad. Estas dificultades se pudieron sortear gracias a la tecnología de los telescopios tanto en Tierra como en el espacio, que hicieron un trabajo conjunto excepcional.
“Los agujeros negros dobles y triples son extremadamente raros, pero tales sistemas son en realidad una consecuencia natural de las fusiones de galaxias, que creemos que es cómo las galaxias crecen y evolucionan”, indicó la coautora Shobita Satyapal, de la misma universidad.
El estudio también está disponible en arXiv.org.