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Corte Malandra: el famoso culto que venera a delincuentes en Venezuela [VIDEO]

La devoción a estos personajes, armados con pistolas de yeso y adornados con rosarios, está ligado con el bajo mundo en Venezuela y su búsqueda para tener suerte en el crimen.

El fanatismo, otra forma de la pasión desmedida, implantó una extraña creencia en Venezuela. Unos personajes de origen delictivo, tildados de ‘santos’, fueron bautizados por los ciudadanos venezolanos como la Corte Malandra, clan que, supuestamente, los protege de cualquier error cuando son gobernados por la “mala conducta”, como cuentan sus devotos.

La Corte Malandra ha sido una especie de coartada en Venezuela para los individuos que militan en organizaciones criminales como el narcotráfico o el proxenetismo. Es decir, la prostitución. De igual forma, para las personas que se dedican al sicariato o las bandas de menor calibre en el bajo mundo que invierten su tiempo en el robo. Y, aunque no lo crean, este culto urbano tiene un origen literario. O, en todo caso, cinematográfico.

¿Qué es la Corte Malandra?

Unos delincuentes venezolanos, durante la década de los 60’ hasta los 80’, se dedicaban a robar a los personas adineradas para, luego, distribuir esas ganancias con las personas de bajos recursos en Caracas (Venezuela). Según se cuenta, estos sujetos se habían inspirado en la leyenda de ‘Robin Hood’, personaje ficticio que justificaba el hurto con el mismo procedimiento.

Desde entonces, los integrantes de esta banda se transformaron en sinónimo de altruismo. Por eso, los ciudadanos del país llanero los adoptaron como referentes y, basándose en su conocimiento en la magia negra, los apodaron como la Corte Malandra’ o también Corte Caló.

¿Quiénes integraban la Corte Malandra?

Entre los nombres - o alias - de estos personajes que, supuestamente, tenían un “pacto con el diablo”, aparecen ‘Petróleo crudo’, ‘Tomasito’, ‘Pez Gordo', Ismael Sánchez y ‘El Chamo’ Machera.

El primero de esta lista, ‘Petróleo Crudo’, de nombre original Cruz Crescencio Mejía, era un tipo de tez oscura que, según la leyenda, durante los 60’ estuvo en prisión cuatro veces y se escapó las mismas veces. El segundo, ‘Tomasito’, fue acribillado cuando intentó robar un banco. Trece disparos lo convirtieron en memoria. El resto, como si fuera un denominador común en ellos, sufrió una experiencia que lo inmortalizó o una muerte violenta y, para los criminales, memorable.

¿Cómo le rindieron tributo a la Corte Malandra’?

Los creyentes de este culto convirtieron a sus ‘santos’ en estatuillas de cera. Por ejemplo, Ismael Sánchez, uno de los peligrosos hampones, aparece en esta versión en miniatura vestido con pantalón azul, camisa color salmón, lentes oscuros, una gorra volteada hacia un costado y una pistola abrochada en su cinturón. La mayoría de estos personajes son construidos de la misma forma.

Ismael Corte Malandra