Investigador de delitos sexuales también abusó de una de las víctimas a las que supuestamente ayudaría a través de su trabajo. Neil David Kimball, del Departamento del condado de Los Ángeles, Estados Unidos, se declaró culpable del cargo de asalto sexual que se le imputaba.
Gregory D. Totten, del condado de Ventura, cuya oficina procesó el caso, dijo que el detective Kimball, de 46 años, se hizo ‘amigo’ de la quinceañera con el objetivo de abusar de ella.
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El abuso perpetrado por el agente ocurrió en 2017. Él investigaba el caso de agresión sexual contra la menor de 15 años, pero luego de establecer una falsa amistad, él la llevó a su casa rodante para mantener relaciones íntimas, según detalla The New York Times.
Inicialmente, fue acusado de violar a la víctima mientras se hallaba atada, pero los fiscales no pudieron probar que Neil David Kimball había utilizado la fuerza durante el abuso en su remolque.
A pesar de ello, se espera que sea sentenciado a solo tres años de prisión.
La adolescente jamás denunció el abuso. La verdad llegó solo cuando otro oficial se hizo cargo de su caso, aproximadamente un año después, pues su padre recién contó sobre el segundo asalto sexual.
Este 10 de julio, Neil David Kimball se declaró culpable por el cargo de acto lascivo contra un niño y relaciones sexuales ilegales.
El 8 de agosto es su próxima comparecencia ante los tribunales de Estados Unidos.
El agresor pasará a ser parte del registro de delincuentes sexuales.
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Un mes antes de que Neil David Kimball se declarase culpable, la diseñadora Sara Abusheik contó una experiencia en la que el agente la revictimizó luego de que ella denunciara un caso de violación que ella sufrió por parte de un allegado a ella.
Según su testimonio, que se puede leer en un post de Medium, él se burló de ella y le dijo que dejase que su agresor le “haga el amor con suavidad".
“Su único interés en los detalles de mi violación las realizó a través de preguntas perversas y enfermas”.
Luego, ella presentó una orden de restricción contra su agresor, un hecho que hizo que el detective Kimballa bromeara diciendo que ella estaba paranoica.
Ella comunicó los hechos inapropiados al supervisor del agente. Sin embargo, la oficina del fiscal del distrito del condado de Los Ángeles se negó a procesar el caso. Es más, un fiscal adjunto le dijo que Kimballa era “un buen detective” e insistió sobre el hecho de que no existían pruebas que respaldaran su afirmación, según su testimonio.
"¿La Oficina de Víctimas Especiales? Solo funcionó para proteger no a uno, sino a dos presuntos violadores”, finalizó Sara Abusheik.
Fuente: The New York Times