Juan Luis Guerra se reencontró con sus fanáticos peruanos tras casi cuatro años de ausencia en un escenario nacional. El artista dominicano que logró recientemente un Latin Grammy, en la categoría de mejor álbum de merengue y/o bachata, cautivó con lo mejor de su repertorio.
“Buenas noches, Perú. Es un placer estar con todos ustedes. Que disfruten mucho este ‘Entre mar y palmeras’”, fueron las primeras palabras que brindó al público para continuar con el show.
El cantautor llegó a nuestro país para ofrecer dos conciertos, este 22 y 23 de noviembre en Arena Perú, en Surco, como parte de su tour Latinoamericano “Entre mar y palmeras”. Hace unos meses, cuando salieron a la venta las entradas del primer show, en cuestión de horas se vendió todo, un sold out absoluto. Ante ello, una segunda presentación fue inmediatamente confirmada.
En este primer reencuentro hubo una mística de romanticismo y alegría. Cerca de 14.000 almas se reunieron para escuchar al artista dominicano. Juan Luis Guerra cumplió todas las expectativas brindando lo mejor de su repertorio y el público respondió coreando todas sus canciones.
Previo al show, se sabía que no habría teloneros, pero, para sorpresa de muchos, un DJ tocó una fusión de los temas de Juan Luis con música electrónica. Los clásicos tuvieron un toque de modernidad para el deleite de los más jóvenes y de los más incrédulos.
Lo bueno siempre se hace esperar. Las luces se apagaron, la ansiedad de los presentes aumentó, los técnicos terminaban de dar los últimos detalles y, en cuestión de minutos, se escucharon los primeros acordes de “Rosalía”, una de las canciones más entrañables del dominicano, del álbum “Bachata rosa” de 1990.
Juan Luis Guerra en Lima: una noche de romanticismo y nostalgia con el maestro de la bachata. Foto: Gerardo Marín - Fotografía LR
El cantautor salió al escenario con una explosión de luces y de entusiasmo contagiable. Vestido elegantemente con un saco azul que tenía una rosa bordada y su característica boina, comenzó una velada en la que bailaron y cantaron todos.
“La travesía”, “La llave de mi corazón”, “Vale la pena”, “Como yo” y “Kitipun” (en la que una parte de la canción dice: “Mi libro de sushi comprado en Perú”) fueron la carta de presentación de una noche que no decayó nunca.
Luego de una vorágine de energía, por un segundo todo se detuvo: el ganador del Grammy se sentó y tan solo con una guitarra cantó “Pambiche de novia”, un tema dedicado a su esposa Nora, con quién está casado hace más de 30 años. Este quizá fue el momento más íntimo y personal que Juan Luis Guerra le regaló al público.
Los asistentes quedaron conmovidos, pero el show volvió a cambiar de rumbo. Algo que caracteriza a este inmenso artista es su versatilidad y para romper el hielo. Por ello, apretó el acelerador y cantó un popurrí de sus mejores canciones del género salsa, como “Razones”, “Ayer”, “Oficio de enamorado” y “Carta de amor”.
“El Niágara en bicicleta”, del álbum “Ni es lo mismo ni es igual” de 1998, retumbó el Arena Perú, un éxito que era imposible que faltara en el setlist.
La siguiente canción fue “Para ti”, un tema cristiano que el artista presentó de la siguiente manera: “Este merengue es muy importante para nosotros, se lo compuse a Jesús, el señor y salvador. Rey de reyes y señor de señores. Para él no hay nada imposible”.
Juan Luis Guerra en Lima: una noche de romanticismo y nostalgia con el maestro de la bachata. Foto: Gerardo Marín - Fotografía LR
Posteriormente, Guerra entonó un conjunto de bachatas románticas, que ya se han convertido en grandes clásicos de su extenso repertorio, como “Estrellitas y duendes”, “Muchachita linda”, “La hormiguita”, “Bachata en Fukuoka”, “Que me des tu cariño” y “Mi bendición”.
“Burbujas de amor” fue la canción que terminó por hacer rendir al público. Varios sacaron sus celulares, otros simplemente la interpretaron y disfrutaron del momento.
El dominicano decidió darle la posta brevemente a su banda 4.40, por lo que Janina Rosado, Roger Zayas y Juan Rizeck cantaron “Tú”, “Como abeja al panal” y “La gallera”, tres temas del artista que, si bien para los más jóvenes no son sencillos muy conocidos, para los fans de antaño son infaltables.
Juan Luis Guerra en Lima: una noche de romanticismo y nostalgia con el maestro de la bachata. Foto: Gerardo Marín - Fotografía LR
Nuevamente, ingresó el cantante para continuar su show con “Visa para un sueño”, “El costo de la vida”, “Ojalá que llueva café”, “El farolito”; en este último tema, el artista sacó una cámara y registró al público, el cual se veía reflejado en las pantallas grandes del concierto. Un momento anecdótico para muchos.
Todas las canciones hicieron disfrutar a los presentes, pero “Las avispas” fue el tema que hizo que el concierto se convirtiera en una locura colectiva.
De repente, todo se quedó a oscuras, se vio al dominicano retirarse del escenario, la gente empezó a gritar “Otra, otra, otra”, algunos pensaron que el show ya había terminado y empezaron a dirigirse a la salida del recinto.
Cinco minutos después, en las pantallas gigantes se mostró un video en el que aparecía Juan Luis Guerra con 65 años, recreando la mítica portada del disco de Bachata Rosa, que se publicó hace 33 años, en la que se le ve vestido con un sombrero y una chaqueta rosada.
El cantautor y su banda ingresaron a la tarima, pero esta vez lucía una casaca de jean para entonar “A pedir su mano” y la esperada “Bachata rosa”.
Juan Luis Guerra en Lima: una noche de romanticismo y nostalgia con el maestro de la bachata. Foto: Gerardo Marín - Fotografía LR
Finalmente, el cierre del concierto fue con el tema “La bilirrubina”, que era uno de los más pedidos de la noche. El artista se despidió sin decir adiós, ya que este 23 de noviembre tiene otro show en nuestro país, en el que se espera que prometa volver, pero esta vez en un lugar más grande, como el Estadio Nacional.