Anahí de Cárdenas vuelve a poner en escena Té de tías, la comedia musical que empezó a escribir hace más de cinco años en paralelo a una temporada en el Teatro Municipal. “Nació cuando estaba haciendo una obra en Preludio. Denisse (Dibós) es una genia, si no fuera por ella, no existiría el teatro musical en Perú. Ella me ha formado”, nos dice entre los ensayos de la obra que repone el martes en el teatro Ricardo Palma.
La comedia sobre cuatro amigas que se reencuentran luego de un año y medio está, evidentemente, actualizada por la pandemia. “Es una obra escrita por una mujer, sobre mujeres, pero creo que la química que tenemos es tan chévere, que cualquier hombre o mujer puede ver a alguien reflejado”, comenta y agrega. “Todos los personajes son inspirados en partes de mí. Somos una escala de grises, pero tenemos todos los colores dentro”.
Como parte de la taquillera No me digas solterona, señala que hay ciertos cambios desde el estreno de la película en el 2018. “Hay un antes y un después, porque siento que hay más mujeres que están escribiendo. No necesariamente nuestra vida se rige alrededor de los hombres. O sea, tenemos trabajo, mascotas, amigas, tenemos todo. Creo que cada vez se van a ver más proyectos en los que el concepto y el centro de la historia no tienen que ver con el enamoramiento. Tienen que ver con la realización personal, y eso es interesante”.
“Lo que escribo lo saco de mí”
Tras el lanzamiento de su libro #Fuck cáncer, la actriz está más abocada a escribir teatro y hacer música. “Estoy intentando terminar una obra de teatro y quiero hacerlo antes de ponerme a escribir otro libro”. Presentará en breve un proyecto musical y acompañará cada canción con un videoclip bajo un tema como concepto.
Anahí de Cárdenas acaba de publicar con la editorial Penguin Random House bajo el título # Fuck cáncer Lado B. Foto: composición LR / difusión
“Se llama ‘Growing pain’, como tratando de decir ‘los dolores del crecimiento’. Son tres canciones diferentes, la primera es una balada y la tercera es absolutamente para bailar. Estoy creando este concepto alrededor del crecimiento y la evolución de la mujer a través de los años. Al comienzo estábamos supeditadas a nuestro marido y a nuestra casa, y eso cambia en los años 80, la mujer empieza a buscar su propio camino y va encontrando quién quiere ser. En la tercera canción sale como una criatura triunfante que emerge del agua renacida para vivir plenamente como a ella le provoca, sin tener prejuicios, sin sentirse atada por nada”.
Entonces, más allá del libro, ¿todos tus proyectos son testimoniales?
Sí, yo todo lo que hago, lo que escribo, lo saco de mí y de mi propia experiencia y de mi proceso de crecimiento, me gusta compartirlo. Creo que de eso se trata ser artista, el compartir lo que uno tiene dentro y lograr conectar con otras personas y que se sientan identificadas con lo que uno vive. Las emociones son así, son universales y creo que es una linda compañía.
Hay un público que te sigue a partir de tu testimonio sobre el cáncer y la organización que diriges. ¿Qué proyectos tienes?
En octubre tenemos la campaña con la fundación. Es una tortura para las familias estar esperando citas por tanto tiempo, es horrible. Siento que el sistema está roto desde sus cimientos. Es lamentable. Yo siento que la salud, así como la educación, es un derecho, no debería ser un privilegio. Entonces, desde nuestra esquina, fundé Previene Perú, pero no solamente nos centramos en el cáncer de mama, damos terapias psicológicas, hemos ayudado a ollas comunes, hicimos un concierto y logramos donar 400.000 soles. Estamos activos haciendo desde nuestra trinchera algo, porque si nos quedamos esperando que los Gobiernos lo hagan, nos vamos a quedar esperando para siempre.