A sus 33 años, Marcela Navarro se convirtió en la ganadora de La voz Perú 2021 y firmó un contrato con Universal Music para estrenar su primera canción. Sin embargo, detrás de este gran logro se esconde una historia llena de perseverancia, sacrificio y pasión.
Todo empezó con dos derrotas en televisión nacional. Quedó eliminada en el concurso de canto Operación triunfo (2012) y en Los cuatro finalistas (2018).
En busca de un mejor futuro en la música, viajó a Estados Unidos para ser parte de un evento internacional. Luego decidió quedarse en ese país, donde trabajó cantando en las estaciones de tren de New York durante cuatro años.
Ahora, Marcela Navarro nos cuenta que ha compuesto más de 300 canciones y que desea dar a conocer al mundo su talento. Anuncia que espera ser elegida para representar al Perú en el Festival Viña del Mar y habla de su admiración por Guillermo Dávila.
También revela el profundo significado que tiene para ella el tema “Mi soledad y yo”, con el que pudo levantar la copa en la final de La voz Perú.
La voz Perú tuvo como ganadora a Marcela Navarro. Foto: Instagram
- ¿Cómo así llegas a cantar en las estaciones del tren de New York?
Fue después de Operación triunfo. Postulé a un festival de música internacional en Miami y también al casting de la primera temporada de La voz Perú. Al mismo tiempo, me confirmaron que había sido clasificada en ambos concursos. Pero decidí ir a Miami porque quería dar a conocer mi trabajo como compositora; entonces, ganamos el primer lugar en las categorías: mejor canción y mejor interpretación.
Me enamoré de la vida por allá. Aunque pasé por una situación económica un poco incómoda, me vi obligada a aceptar la invitación de un supuesto productor, que su trabajo era ir cantando en los trenes. Quería que yo cante y toque, mientras que él pasaba con un sombrerito cobrando. Entonces dije: ‘Así no juega Perú'. Lo podía hacer yo sola. Entonces, ahí vi la opción de cantar en las estaciones. Así estuve cuatro años. Se convertía en un reto hacer que el publico volteara a verme. Yo cantaba solamente en español y ese era mi sustento.
- Entonces, ¿tuviste la posibilidad de participar en la primera edición de La voz Perú?
Sí, me habían confirmado que mi casting había sido aprobado. Ya había pasado todos los filtros, las entrevistas y las reuniones. Me dijeron que estaba lista para las audiciones a ciegas, pero las fechas coincidían, así que ni modo.
- ¿No te arrepientes?
No me arrepiento porque esa experiencia de hacer música en la calle y pasar momentos difíciles me formó y me hizo conocer más a las personas. El público siempre era diferente cada cinco minutos. En una ocasión, hubo un hombre que estuvo a dos metros de mí, pero estaba de espalda y apoyado en una columna. Y justo cuando el tren llegó y se abrió la puerta, antes de entrar, él volteó a verme y estaba llorando. Me dijo: “Gracias’; eso me marcó mucho.
- ¿Llevaste clases de canto en alguna escuela de Perú?
Llevé clases de canto en Lima, con la soprano Margarita Ponce. Después llevé clases con la cantante cubana Isabel Iñigo; empecé en 2012, pero lo dejé. Este año, cuando pasé las batallas de los nocauts, la llamé para prepararme con ella.
- ¿Qué significa para ti convertirte en la ganadora de La voz Perú?
Significa muchas cosas. Es muy importante porque para mí lo más bonito es haber logrado ver la alegría de mi familia, la sonrisa de mi mamá. Ha sido una lucha constante y por la confianza de la gente que ha depositado en mí. El logro no se queda en el trofeo, así que esta va a ser una oportunidad para mí de poder darle alas a mis canciones.
- ¿Te imaginaste que ibas a ganar el concurso?
Cuando participé en Operación triunfo tenía 24 años. De pronto escuché comentarios de que a los 25 años tienes que ganar, sino no la haces después. Han pasado ocho años y hay gente que quiere tomar este logro como un ejemplo. Cuando te apasionas por lo que haces, tienes que enfrentar las dificultades.
Mi primer miedo era que quizás no volteen las sillas. De ahí en adelante fue no pasar las batallas. Luego, el asesor de Guillermo me hizo sentir un poco incómoda con un comentario. Me dijo: “Eres buena en lo que haces, pero eres muy buena gente y no sales a matar”. Ahí fue que me tomé la decisión de volver a llevar clases con Isabel Iñigo.
- ¿Por qué escogiste a Guillermo Dávila y no a Daniela Darcourt?
Había visto que una colega estaba tentada a ir al equipo de Daniela Darcourt; entonces pensé llegar con ella a una final. También mis hermanas y mi mamá me aconsejaron que elija a Guillermo Dávila. Además, todos sabemos que es una de las grandes figuras de la balada.
- ¿Qué enseñanza te llevas de Guillermo Dávila como entrenador?
Guillermo Dávila se expresaba de forma muy precisa cuando corregía a otros compañeros. Tiene un semblante de una persona tranquila y calmada; es algo que me llama mucho la atención. La experiencia fue satisfactoria porque él me ha llevado de la mano a conseguir algo que no había conseguido antes.
- ¿Por qué escogiste esa canción “Mi soledad y yo” para la final de La voz?
Esa canción es de Alejandro Sanz, que es el artista favorito de mi hermana Betty, que está en España hace 30 años. Habla de la distancia y Madrid; entonces, yo quería hacerle un homenaje a ella porque fue quien me regaló mi primera guitarra, mis primeros discos; fue la primera persona en apoyarme en la decisión de hacer música. Ella significa mucho para mí. La última vez que la vi fue hace 9 años. Pero ayer unas amigas me han dado el regalo de poder volver a verla en mi cumpleaños en setiembre.
- ¿De qué trata el contrato que has firmado con Universal Music?
Voy a tener la oportunidad de grabar un primer sencillo y darle toda la difusión. En los próximos días, voy a reunirme con ellos.
- ¿Estarías dispuesta a participar en un concurso internacional de canto?
Me encantaría poder postular a un festival internacional como Viña del Mar. Algo por ahí. Estábamos conversando de esa posibilidad el sábado (ríe).
- ¿Qué otros planes tienes en tu carrera musical?
Sacar material propio. El año pasado había empezado a trabajar en un nuevo material, pero la pandemia nos azotó y poco a poco se fue postergando. Tengo tantos temas que quiero que la gente conozca, tengo aproximadamente 300 canciones.
- ¿Con qué artista peruano te gustaría hacer una colaboración?
He tenido la fortuna de cantar con una de las artistas que más admiro, Eva Ayllón. Ahora me encantaría poder hacer un dúo con Daniela Darcourt.
- ¿Qué le dirías a las personas que piensan que ya es tarde para luchar por sus sueños?
Que no escuchen los consejos de la gente que les dicen que es tarde, que simplemente crean en su intuición, porque la voz interna siempre habla más fuerte, solo que lo externo hace tanto ruido que a veces no nos escuchamos. Es importante que crean en sí mismos, que trabajen y que nunca dejen de aprender. Me gusta esta frase: ”Es difícil competir con alguien que ama lo que hace”.
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