Solange Hermoza, Miss Perú La Libertad, es una de las tres finalistas del Miss Perú 2020. La modelo peruana espera llevarse la corona este domingo 29 de noviembre en la clausura del certamen.
La joven representante de la región norteña conversó con La República sobre los desafíos que superó para llegar a la final del concurso de belleza.
Así también, contó anécdotas de su pasado y las razones que la llevaron para regresar, luego de 6 años, a Miss Perú.
¿Cuál crees que es el rol de esta generación frente a los cambios sociales relacionados con la igualdad de género y de derechos?
Es continuar con esa pequeña revolución, el cual los jóvenes están siendo los líderes. Un mensaje de igualdad y respeto. No un confrontamiento entre ambos (masculino y femenino), sino hallar el equilibrio. Ahora muchos jóvenes lo están demostrando. Estamos logrando ese cambio en el pensamiento, porque al final todo nace de allí. Creo que se está dando ese cambio en el mundo. Y también involucrar a los niños. Tienen una fuerza al hablar, una voz en las redes sociales. Cada vez veo niños que son portavoz de esto. Me parece maravilloso.
Debido a la pandemia los certámenes de belleza en nuestro país se han reinventado, realizándose de manera virtual. Muchos tuvimos que adaptarnos a esta realidad. En ese sentido, ¿Qué ha sido lo más difícil durante esta preparación para el Miss Perú 2020?
Para mí, lo más difícil fue retomar la competencia. Volver al mundo de los certámenes de belleza. Fui la última reina regional en ser anunciada. Venía un poco distanciada (de los concursos de belleza). La ultima vez que participé fue en el 2014. Hubo mucha preparación. Por otro lado, me recuperaba del COVID-19. Esos tiempos eran difíciles. No me permitió retomar pronto el ejercicio, la pasarela y todo ese ritmo.
¿Qué le dirías a quienes piensan que ya no deben de existir los concursos de belleza?
Las personas que tal vez tengan ese tipo de pensamiento no conocen realmente cómo se desarrolla un certamen de belleza. Unos de mis objetivos, desde que me interesó este mundo, fue justamente eso. Cambiar esa idea que tienen las personas. No solo abarca a mujeres guapas, modelando con bikinis y vestidos bonitos, sino también existe un trabajo detrás de cada una. Además de trabajar en sus pasarelas, es trabajar por su país y para los jóvenes. Inspirar, ser un ejemplo y ser líder.
¿Cuál ha sido la mayor razón que te motivó a participar de un concurso de belleza?
La primera vez que participé fue en el 2013, en Miss Teen La libertad. Recuerdo que habían dos premios: el principal y Model Teen. Ingresé queriendo ganar el segundo premio porque quería desarrollarme como modelo. Mi sueño era que se me abran más puertas para poder ser actriz. Yo seguía los concursos desde pequeña, los veía con mi mamá porque ella es diseñadora de modas. Siempre había esa admiración por los vestidos preciosos que llevaban las reinas. Y de pronto, gané y tuve que asumir el reto. Llegué a lima para participar del Miss Teen Perú y quede como primera finalista. Luego tuve la oportunidad de representar a mi país en Miss Teenager Universe, en Guatemala. Allí fue donde me mostré orgullosa de llevar el nombre de Perú. Eso te abraza y te enamora. Es por eso que este año decidí volver a participar.
¿Qué lecciones aprendiste durante tu niñez y que, hasta el día de hoy, influye en tu vida de manera positiva?
No tenemos que pretender encajar en un lugar donde no nos sentamos cómodas. Siempre hay que seguir lo que diga nuestro corazón. Desde pequeñita tenía ese sueño de ser artista. Tuve muchas trabas a lo largo de mi vida. Mis papás nunca estuvieron de acuerdo con que yo me desarrolle como actriz. Pero nunca desistí. Lo llevaba muy en mi corazón. Cuando tienes algo que realmente te apasiona, y lo llevas hasta el final, da buenos resultados. Parte de perseguir este sueño es porque estoy aquí, ahora.
A lo largo de tu vida, ¿Cuál ha sido el mayor error que cometiste, cómo lo corregiste y qué has podido aprender de ello?
Fue el año pasado. Por un tiempo dejé de creer en mí. Nada me motivaba. De pronto sentía que no tenía las capacidades para poder alcanzar mis sueños. Fue un error del cual aprendí muchísimo. Sin embargo, tuve la fortaleza de salir de ese estado. Me di cuenta de que no me faltaba nada. Lo tenía todo. Sentir eso me ayudó a superar ese error. Continué el camino hacia lo que realmente quería, y ahora me encuentro aquí. El plan de Dios es maravilloso. Tras conectarme conmigo misma y sentir otra vez esa fuerza interior, se me presentó la oportunidad de estar dentro del Miss Perú y del top 3.
Después de obtener la corona, ¿Piensan hacer alguna labor social? ¿Tienen algo en mente o ya cuentan con una?
Por supuesto, esa es una de las principales labores de una Miss Perú. Aparte de representar a Perú en el Miss Universo, es trabajar por tu país durante todo el año de reinado. Tengo una plataforma que recién está comenzando, se llama Arte al rescate. Como artista, decidí enfocarme en esto porque creo que tiene mucho poder, es una forma de educar a las personas. No solamente para ayudarles a desarrollar sus habilidades, sino también, en empoderarse como personas. (...) El arte siempre fue mi mejor herramienta, y eso quiero llevar los peruanos. Por qué no llevarlo de la mano junto al apoyo social en zonas vulnerables. Ahora estoy desarrollando un proyecto que se llama “La ruta solidaria”, que consiste en llevar ayuda a todas las familias que están pasándola mal por el COVID-19. Que no solo quede como entrega de donativos, sino dejar una huella en el corazón de estos niños y jóvenes.
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