“Somos invisibles para los políticos”, nos dice Susana Baca desde su casa en Cañete, donde inició un proyecto cultural. El premio nacional de cultura recuerda que le pidió la Ley del Artista a Alejandro Toledo cuando la condecoró por ganar el Grammy, pero sigue a la espera de la enmienda que incluye que los artistas tengan seguro social. “En esta pandemia que ha causado tanto dolor, también vemos que los artistas no somos importantes, pero somos el alma del pueblo. Creo que nos tienen miedo”. En la cuarentena ha grabado A capella, disco que cierra con ‘Gracias a la vida’ y que está dedicado a los peruanos.
¿En qué etapa está su biografía?
Tengo testimonios de gente que me vio nacer como artista y el libro también va a tener partituras de canciones. Pretendo que llegue a Estados Unidos y Europa, quiero contarles cómo ha sido la trayectoria, la vida. Creo que es como… yo estudio la vida de Violeta Parra, de Mercedes Sosa y son maestras que enseñan. Pretendo ser lo mismo para los jóvenes que vienen (sonríe).
Por eso continuó y grabó un disco en cuarentena.
Me emocionaba mucho grabar porque me ponía mi chal y me imaginaba los rostros de amigos o recordaba el Gran Teatro lleno de gente el año pasado.
¿Cuál es la primera lección que nos deja la pandemia?
Bueno, la lección principal es que la corrupción fue terrible. Vemos en carne propia que los hospitales que estaban por inaugurarse no se han terminado. Aquí en Cañete tenemos un hospital regional y no se sabe dónde se ha perdido esa plata. Y lo que están haciendo los médicos y enfermeras es heroico, entonces, para esa entrega he cantado.
Uno de los sectores más críticos es el cultural. ¿Por qué diría que no es valorado?
Es realmente triste. En los tiempos de (auge) de las peñas, la gente gritaba, chillaba, tomaba y el artista estaba ahí cantando, entregando el alma. Yo decía: “Cómo voy a cantar en un lugar donde nadie escucha”. Entonces, hay como un segregacionismo de decir: “ah, la cultura es secundaria”. Y en los planes de gobierno hay tres líneas para la cultura. En la misma época que yo trabajé como ministra. ¡Es una impotencia!
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Sonia Guillén puso su cargo a disposición por el caso Cisneros. Dijo que no estaba al tanto de todos los contratos. ¿Está de acuerdo?
Claro, porque el contrato con este señor era anterior, de la gestión de Patricia Balbuena. Y está bien si se contrata a un artista, pero ¡para eso son los concursos! Vas a Loreto y encuentras a un par de músicos que pueden hacer una actividad para la gente, pero bajo concurso, mínimo, porque de lo contrario es ‘dedocracia’. Y seguimos en lo mismo.
Usted considera que es difícil liderar un sector que no es prioridad para los gobiernos...
Es que es terrible. El ministerio fue creado por Alan García para tener una cabeza de turco, y no te puedes imaginar la cantidad de gente que entró a trabajar cuando se transformó, en el nombre nomás ¡ah!, porque al interior no se ha transformado del instituto al ministerio. Entonces, ves que ese ministerio no camina… Yo he tenido que hablar con los congresistas y convencerlos de que es necesario invertir en cultura y me miraban como si estuviera loca (ríe).
Está la fotografía de Alan García al lado de Barata, en la ceremonia por la donación al Gran Teatro Nacional. ¿Qué piensa de esa imagen ahora?
No sé las cantidades que aportó Odebrecht, pero había un directorio de gente que trabajaba y lo presidía Jorge Barata. Era como una mesa de trabajo para que el teatro funcione. Yo recuerdo haberme reunido con ellos y, bueno, hay cosas que hicieron bien y hay otras que no, y tenemos que tenerlas en cuenta.
Lo conocía entonces.
Por supuesto. Su esposa, una mujer muy comprometida con el Perú, hacía reuniones de ‘feijoada’ en la embajada de Brasil, la gente aportaba comprando un espacio y eso iba para los niños desamparados. Y realmente hacía ese trabajo. Así que yo fui más amiga de ella que de él. Pero hay cosas que se tienen que juzgar de todas maneras, hay que investigar a fondo, caiga quien caiga, no podemos esperar más, ya no podemos.
Hay un decreto para mitigar la crisis del sector. ¿Qué más propone?
Los bonos son ayuda para la gente. Pero me gustaría que se apruebe la enmienda de la Ley del Artista para decir: bueno, por lo menos tenemos seguro social, pero en este momento, no para mañana. Yo siento que trabajamos en un área en la que somos desconocidos. Y si están los escenarios cerrados, estamos ‘fritos’. La gente necesita de la música, necesita del teatro.