A pocos meses de terminar el año 1975, Camilo Sesto ya había logrado hacerse de un nombre en el ambiente musical con temas como Fresa Salvaje y Algo de mí, sin embargo aún no había logrado la interpretación que lo consagraría como el mejor artista español de su momento.
Este reconocimiento lo lograría el 6 de noviembre cuando empezó a protagonizar el musical Jesucristo Superstar en el teatro Alacalá Palace de Madrid, España. Una puesta en escena que él mismo había producido y financiado en su totalidad, a pesar de que el proyecto fue en su momento muy caro y complejo de realizar.
La historia se remonta a 1972, cuando Camilo Sesto asistió al estreno de la ópera rock Jesucristo Supestar en Londres y decidió que esta obra debía ser presentada en España, teniendo a él como protagonista principal interpretando el papel de Jesús de Nazareth.
El contexto que vivía en esos años su país, liderado por un régimen franquista, y la reciente adaptación cinematográfica del musical, que había generado la disconformidad de un sector de la población, fueron algunos de los obstáculos que tuvo para su estreno.
Camilo Sesto: la interpretación de Jesucristo que lo llevó a la fama
Tales inconvenientes resultaron en que el estreno de la obra fuera pospuesta, sin que nadie pudiera darles respuesta del porqué de este aplazamiento. Luego de una función especial destinada a un equipo de censores y algunos cambios en pasajes de la historia, el musical Jesucristo Superstar fue estrenado el 6 de noviembre de 1975.
Durante cuatro meses, la obra tuvo el apoyo del público que llenó todas las funciones y recibió a espectadores de distintas partes de España. La interpretación de Camilo Sesto como Jesús de Nazareth fue elogiada tanto por su interpretación actoral y musical, recibiendo las mejores críticas hasta de diarios que apoyaban al régimen que intentó censurarla.
“En cuanto a la interpretación —gestual y vocal—, la noche del estreno será inolvidable. Camilo Sesto incorpora la figura de Cristo con resplandeciente identificación. Como cantante, me pareció muy superior a sus admirables grabaciones discográficas. Llevó a su actuación una emoción religiosa que le apartaba de todo divismo.”, reseñó en su momento el diario Arriba.
Precisamente, la interpretación que realizó Camilo Sesto de la canción Getsemani en el ópera rock le valió el reconocimiento como uno de los mejores artistas de su momento, convirtiéndose también en uno de sus mayores éxitos musicales.
El tema debe su nombre al jardín donde Jesús oró la última noche antes de ser crucificado, por lo que forma parte de una de las escenas con mayor clímax emocional de toda la obra, siendo interpretada en su totalidad por Camilo Sesto.
La canción tiene una duración de 5 minutos y 56 segundos y forma parte del álbum doble de estudio que se editó de la ópera de rock, que vendió más de 100 millones de copias.